Lectura: Romanos 16:1-7

En un viaje a la playa, Esteban y su hija Silvia habían llevado su pequeño bote a motor para ir de pesca.  Mientras estaban pescando, pudieron ver otro bote que estaba en problemas pues habían perdido sus motores y peligrosamente se acercaban a la orilla llena de rocas filosas.

Entonces ellos valientemente dirigieron su pequeño bote en medio de las aguas turbulentas hacia la orilla, y rescataron a las personas que se encontraban en problemas.  Estas personas agradecieron la valentía de este padre y su hija por su corazón compasivo y mano firme, al arriesgar su vida para rescatar a otros.

El apóstol Pablo nos habla de otro equipo formado por un hombre y una mujer colaboradores suyos en la obra del Señor, se trata de Priscila y Aquila, quienes también se arriesgaron para rescatar a otros. Sobre ellos señaló: “expusieron sus cuellos por mi vida, y a quienes estoy agradecido, no sólo yo sino también todas las iglesias de los gentiles” (Romanos 16:3-4).

El apóstol no nos dice exactamente a qué se refería al utilizar la palabra “expusieron”, pero como los azotes, el encarcelamiento, los naufragios y las amenazas de muerte eran situaciones tan habituales en el ministerio del apóstol, es fácil ver cómo esta pareja probablemente se arriesgó a ello por ayudar a su amigo. Al parecer, consideraban que rescatar a Pablo era más importante que mantenerse a salvo.

Mostrar la valentía para rescatar a otros, ya sea de peligros físicos o espirituales, suele implicar riesgos para quien lo realiza.  Pero, al exponer nuestra seguridad para ayudar a otras personas, reflejamos el corazón de nuestro Salvador, quien renunció a tantos privilegios para beneficiarnos.

  1. Al exponernos por los demás para expresarles el amor de Dios por ellos, estamos demostrando con nuestras acciones que cada día comprendemos y asimilamos más lo que Jesús hizo por nosotros.
  2. Demostrar valentía casi nunca implica un riesgo físico, lo que sí implica es la decisión de dejar nuestra zona de seguridad y empezar a confiar más y más en la voluntad perfecta de Dios.

HG/MD

“Vigilen; estén firmes en la fe; sean valientes y esfuércense” (1 Corintios 16:13).