Creacionismo

Las historias de los peces «caminadores»

Ahora que la euforia en los medios acerca de Tiktaalik el «pez caminador» ha comenzado a bajar, es hora de reflexionar sobre lo que puede ser la patraña más grande de la década.

Tanto en los periódicos como en los medios de difusión, se han promovido hiperbólicamente, como prueba convincente, reportes del descubrimiento del fósil del pez conocido como Tiktaalik, que a través de un remoto proceso de evolución al azar le surgieron piernas y salió caminando en tierra donde respiró aire y se convirtió en anfibio, mamífero, y por último, en persona. Todos estos de criaturas aerobias, con cuatro extremidades llamadas «tetrápodos» (que significa cuatro patas).

¿Hay realmente peces aerobios que caminan?

NINGUNO DE ESTOS CURIOSOS PECES ES CONSIDERADO POR LOS EVOLUCIONISTAS COMO LA ESPECIE PRIMITIVA DE LOS TETRÁPODOS

Se sabe que muchas especies de peces vivos respiran aire y reptan sobre sus vientres, con la ayuda de sus aletas pectorales, sobre grandes extensiones de tierra (los evolucionistas llaman a esto «caminar»). Por ejemplo, el pez cabeza de serpiente del norte y el «pez gato caminador» (Clarias batrachus) son peces aerobios que pueden viajar distancias considerables sobre tierra. Los saltarínes del fango son peces que respiran oxígeno a través de su piel y «saltan» sobre tierra con ayuda de sus aletas carnosas. El perca trepadora (Anabas testudineus) no solo respira aire y «camina» sobre tierra, ¡sino que también es capaz de trepar hasta los árboles! Aun así, ninguno de estos curiosos peces es considerado por los evolucionistas como la especie primitiva de los tetrápodos, son simplemente peces particulares e interesantes.

Saltarín del fango (Periophtalmus)

Entonces, ¿Cuáles peces son la especie primitiva de los tetrápodos?

La mayoría de los evolucionistas consideran los peces crosopterigios como la especie primitiva de los tetrápodos, aun cuando a diferencia de los peces vivos, ninguno de estos peces es capaz de caminar o respirar fuera del agua.

Estos peces tienen aletas pectorales carnosas que contienen elementos óseos (considerados similares a las piernas de los tetrápodos). Estas similaridades han dado lugar a los evolucionistas para declarar tranquilamente que los crosopterigios evolucionaron en tetrápodos.

Según los evolucionistas, los crosopterigios pulularon hace unos 380 millones de años y todos se consideraron alguna vez extintos hace unos 80 millones de años. Sin embargo, en 1938 un barco pesquero atrapó en el Océano Índico, en la costa de Madagascar, un pez que fue identificado como un crosopterigio, conocido anteriormente como celacanto solo por medio del registro fósil. Desde entonces, se han descubierto docenas de celacantos vivos.

Esto fue un gran golpe para los evolucionistas que asumían que la razón por la cual el celacanto había desaparecido del registro fósil era debido a que había evolucionado en tetrápodos que habitan en tierra; ¡pero resultó que están vivos y nadan!

Por lo menos, los evolucionistas esperaban observar algún indicio de actitud de caminar en el celacanto, pero nunca se ha observado algo semejante. Se ha observado a los celacantos nadar hacia atrás y boca abajo, e incluso pararse en sus cabezas pero nunca se los ha observado caminar en tierra o en el mar.

Los evolucionistas recurren a otros peces con aletas lobulares

Debido a que los peces de aletas lobulares vivos no han alcanzado las expectativas, los evolucionistas han recurrido a otros peces de aletas lobulares fosilizados como especie primitiva de los tetrápodos. Hasta hace poco, los candidatos crosopteriogios más populares para especie primitiva de los tetrápodos eran los Eusthenopteron y los Panderichthys. Ambas especies tienen aletas pectorales carnosas con huesos, como también el celacanto. Pero según los descubridores del Tiktaalik Daeschler, Shubin, y Jenkins (Nature 440 (7085): 757–763, de abril de 2006), este pez posee relativamente pocas similaridades importantes con los tetrápodos hasta ahora, «nuestro entendimiento de las transformaciones mayores en la transición del pez tetrápodo sigue siendo limitado”.

¿Tiktaalik al rescate?

La edición de abril de 2006 de Nature, Daeschler, et al reportó el descubrimiento en capas sedimentarias en el ártico canadiense de varios especímenes fosilizados de un pez crosopterigio llamado Tiktaalik roseae. Afirmaron tranquilamente que Tiktaalik «representa un especimen intermedio entre los peces con aletas y los tetrápodos con extremidades».

Cualquier cosa se podría decir decir sobre Tiktaalik, es solo un pez. Como casi todos los peces óseos, estos también tienen pequeñas aletas pélvicas, retienen los radios de sus aletas en sus apéndices pares y tienen branquias bastante desarrolladas, todo esto consistente con una forma de vida completamente acuática.

Tiktaalik, fueron encontrados en 2004 en la isla de Ellesmere en Canadá.

¿Son realmente piernas las aletas pectorales del Tiktaalik?

Las extremidades de los tetrápodos comparten rasgos característicos similares que cumplen las exigencias especiales para caminar en tierra. Además de un conjunto distintivo de huesos en las extremidades adecuadas, hay huesos característicos en el tobillo (o muñeca) y en los dedos (de pies o manos).

Para poder sostener el peso del cuerpo en tierra y permitirle caminar, los huesos más cercanos a las extremidadades deben estar firmemente sujetos al resto del cuerpo. Las extremidades posteriores en particular tienen una cintura pélvica robusta firmemente sujeta a la columna vertebral. Esto difiere radicalmente de cualquier pez incluyendo el Tiktaalik. Esencialmente todos los peces (incluso el Tiktaalik) tienen pequeñas aletas pélvicas en relación a sus aletas pectorales. Las piernas de los tetrápodos son exactamente lo opuesto: las extremidades posteriores unidas a la cintura pélvica son casi siempre más robustas que las cuatro extremidades anteriores sujetas a la cintura pectoral.

NINGÚN PEZ (INCLUIDO EL TIKTAALIK) TIENE HUESOS DE MANOS O PIES

Es significativo que los «primeros» tetrápodos verdaderos reconocidos por los evolucionistas (como el Acanthostega y el Ichthyostega) tienen todos los rasgos distintivos de los miembros de los tetrápodos (y sus huesos de fijación) y claramente fueron capaces de caminar y respirar sobre tierra. Las diferencias estructurales entre la pierna de un tetrápodo y la aleta de un pez se entiende facilmente cuando consideramos que el pez no tiene necesidad de sostener su peso en el agua, donde esencialmente es ingrávido.

Finalmente, ningún pez (incluso el Tiktaalik) tiene huesos de manos o pies. En vez de eso, los peces tienen aletas de radio óseo y fino, que incluso los evolucionistas reconocen que no son homólogas ni tienen relación en ninguna manera a los dedos. Dado que los radios de las aletas son ideales para nadar en el agua, son inadecuados para soportar peso en tierra y por ello solo les permite un modo de desplazamiento reptante sobre sus vientres y de deslizamiento sobre tierra (en ciertas especies vivientes) que puede ser descrito como «caminar» solamente de la manera más trivial posible de la palabra.

Así que, ¿es el Tiktaalik un eslabón perdido?

Finalmente, ¿qué hay de aquellas declaraciones tan populares acerca de que Tiktaalik es el «eslabón perdido» entre los peces y los tetrápodos?

En su artículo de revisión sobre Tiktaalik, Ahlberg y Clack (Nature 440 (7085):747–749) nos dicen que «el concepto de eslabones perdidos tiene gran impacto en la imaginación: los escasos fósiles transicionales que aparentemente captan los orígenes de grandes grupos de organismos son únicamente evocativos». Los autores aceptan que la totalidad del concepto de «eslabones perdidos» ha sido utilizada con «infundadas nociones del progreso evolutivo y con un énfasis equivocado de un solo fósil intermedio como clave para entender la transición evolutiva».

Desafortunadamente, estas «nociones infundadas» de la misma clase se siguen enseñando y aceptando sin ningún sentido crítico por parte de los medios de difusión y en nuestras escuelas. Incluso aun peor, estas nociones infundadas se han utilizado para cuestionar la autoridad de las Sagradas Escrituras.

20 Entonces dijo Dios: “Produzcan las aguas innumerables seres vivientes, y haya aves que vuelen sobre la tierra, en la bóveda del cielo”. 21 Y creó Dios los grandes animales acuáticos, todos los seres vivientes que se desplazan y que las aguas produjeron según su especie, y toda ave alada según su especie. Vio Dios que esto era bueno, 22 y los bendijo Dios diciendo: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen las aguas de los mares; y multiplíquense las aves en la tierra”. 23 Y fue la tarde y fue la mañana del quinto día.

Génesis 1:20-23

Fuente: https://answersingenesis.org/es