Lectura: Salmos 46:1-11

Estamos en la era de la información, donde si quieres saber algo tan sólo necesitas preguntarle a uno de esos buscadores en línea, o entrar en alguna red social donde existen miles de perfiles sobre cualquier tema que consideres interesante, incluso, si no estas satisfecho, puedes ir a cualquier librería y encontrar una enorme cantidad de libros sobre cómo hacer cualquier cosa, desde cómo plantar una rosa, hasta como arreglar una mancha en la ropa, entre otros.

Pero, ¿qué sucedería si no pudieras encontrar en internet o en un libro, las respuestas a cuestiones de la vida que te importan seriamente? Por ejemplo: algo que te ayude a hacer que tus hijos vivan correctamente, cómo hacer que tu pareja te quiera, o cómo sobrevivir a la muerte de un ser querido.

Cuando no encuentras en internet, redes sociales o un libro, aquello que buscas desesperadamente, o simplemente no te dan el resultado que “garantizan”, te damos los siguientes consejos:

  • Si crees en Cristo, siempre debes recordar la promesa que Dios te ha hecho de no abandonarte (Hebreos 13:5).
  • Como creyente debes estar consciente de la extraordinaria verdad: el Espíritu Santo intercede por ti.  En Romanos 8:26, se nos dice que el Espíritu Santo conoce tus debilidades sin que necesites expresarlas.
  • Siempre puedes acudir a Dios porque Él es tu refugio y fortaleza, Él calmará tus temores (Salmos 46:1-2).

Dios nos ha dado la mejor de las garantías, el Espíritu Santo (Efesios 1:13-14).

  1. Nuestros problemas son insignificantes ante la grandeza de nuestro gran Dios.
  2. Con la ayuda de Dios, puedes salir adelante ante los mayores desafíos de la vida.

HG/MD

“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” (Salmos 46:1).