Lectura: Job 1:6-12

Creo que todos alguna vez en la vida hemos leído el clásico infantil “Los tres cerditos”.  Pero, ¿qué pasaría si escribiéramos una versión alternativa desde el punto de vista del lobo?

Eso fue exactamente lo que hizo el autor y profesor Jon Scienzka, quien pensó que esta variación podría captar la atención de los niños, y efectivamente así ha sido; gracias a ello el libro “La verdadera historia de los tres cerditos” (1989), ha sido reimpreso varias veces desde su primera edición, e incluso llegó a estar en la lista de los más vendidos en su categoría.

En esta historia alternativa, en realidad el lobo no está interesado en cenarse a los cerditos, sino que los tres cerditos son unos egoístas que le tienden una trampa.  El lobo tan sólo había ido a pedirles prestada una taza de azúcar para el pastel de cumpleaños de su abuela.  El problema fue que, al llegar a la casa de paja del primer cerdito, la paja causó que el lobo estornudara, lo cual provocó que se derrumbara por casualidad.

La historia original de este libro infantil, busca dejarnos la moraleja de que debemos tener cuidado con la forma en que construimos, y de los malvados deseos del lobo.  Algo similar leímos en nuestra lectura devocional, en la cual Satanás acusa a Job de tener motivaciones egoístas para servir a Dios.  En nuestros días, Satanás también continúa usando la misma estrategia, trata de engañarnos y de convencernos de que las malas motivaciones son correctas y las correctas son malas.  Satanás siempre tiene un plan entre manos, sus malas acciones no son casualidad.

  1. Ayúdanos Señor a estar atentos y precavidos para detectar las artimañas del enemigo, quien siempre tratará de alimentar nuestros deseos egoístas. Recuérdanos que el único punto de vista correcto lo encontramos en ti, Jesús.
  2. Debes tener cuidado, ya que Satanás siempre tratará de que la mentira suene como verdad, aunque no lo sea.

HG/MD

“Porque grande, hasta los cielos, es tu misericordia; y hasta las nubes, tu verdad” (Salmos 57:10).