Lecturas: Mateo 18:1-6; Marcos 9:33-37; Lucas 9:46-48

Los evangelios nos dibujan un cuadro típico de una discusión que se pudiera esperar de un juego de niños, ¿Quién es mejor? ¿Quién es el más habilidoso? ¿Quién de nosotros será el mayor? Así que Jesús les pregunta ¿de qué venían hablando?, sabiendo de antemano de las niñerías que discutían, y para corregirles él uso como ejemplo a un niño.

 

Este el ejemplo perfecto para resolver su infantil asunto, y mostrarles cómo se debe analizar la salvación: ¿En realidad que tiene un niño? Pues en realidad no tiene nada que ofrecer, es una persona dependiente totalmente, sencilla, confiada, no tienen nada por lo cual sentirse orgullosos, quizás lo único que puedan tener es alguna habilidad que pueda diferenciarlos un poco de los otros, pero en general representan a la persona dependiente.

 

Jesús usa una palabra clave: “El que se humilla”, para el ser humano promedio esta es una de las peores cosas que se puedan pedir: “humillarse”.  La mayoría diría: “yo humillarme jamás”, “lo que tengo me ha costado mucho”, “soy mejor que aquel, que no tiene mi mismo estatus”, “reconocer que me he equivocado nunca”.

 

La clave en la salvación es la humillación, es reconocer que NADA de lo que nosotros hagamos puede alcanzar para quedar en paz con Dios, hemos ofendido a Dios y no podemos pagar esa deuda, es por ello que necesitamos humillarnos y decirle Jesús, acepto que yo no puedo, y que tú tienes la solución a mi problema llamado: pecado.

 

  1. No es un juego de niños, si aún no has hecho el mayor acto de humillación en tu vida, que significa decirle a Dios: “No puedo por mis propias fuerzas, ayúdame y sálvame”, hoy puede ser el primer día de tu nueva vida en Cristo (2 Cor.5:17-20). No pierdas un segundo más y humíllate ante Dios y sírvele con todo tu corazón.

 

  1. El pasaje también nos advierte con respecto cómo debemos cuidar a los niños(as) y nos advierte sobre el hecho no guiarlos a pecar, lo cual podría ampliarse a los niños(as) en la fe, Dios es muy severo al hacer esta advertencia, no lo tomes a la ligera, Dios te está viendo.

 

MD/HG

Jesús: Ejemplo de humillación y servicio. “Jesús se sentó y llamó a los doce discípulos y dijo: Quien quiera ser el primero debe tomar el último lugar y ser el sirviente de todos los demás” Marcos 9:35

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.