Lectura: Efesios 4:20-24

Santiago como otros niños de su pueblo, había crecido sin la influencia positiva de buenos padres, se había rodeado de personas que simplemente no le convenían.

Tenía la idea de que, si “todos” vendían drogas, asaltaban y mentían, él haría lo mismo, ya que ese era su estilo de vida.

Pero algo cambió a sus 20 años; mientras dormía escuchó lo que él luego dijo era la voz de Dios, la cual le decía: “Irás a la cárcel por asesinato y ahí morirás”.  Al despertar estaba muy asustado por aquel vívido sueño que le sirvió de advertencia, ese mismo día buscó una iglesia y entregó su vida al Señor y el Espíritu Santo empezó a transformar su vida.

Actualmente, Santiago trabaja con niños de la calle en barrios complicados, enseñándoles acerca del mejor camino que él encontró en Dios quien es el único que los puede alejar de sus sueños desviados.

El apóstol Pablo también estaba convencido de que, al llegar a los pies de Jesús, debemos abrazar un nuevo estilo de vida y lo explicó de la siguiente manera: “Con respecto a su antigua manera de vivir, despójense del viejo hombre que está viciado por los deseos engañosos, pero renuévense en el espíritu de su mente y vístanse del nuevo hombre que ha sido creado a semejanza de Dios en justicia y santidad de verdad” (Efesios 4:22-24).

Este proceso de parecernos más a Jesús, es liderado por el Espíritu Santo quien dirige a todos los creyentes (Juan 16:13; Romanos 8:26-27).

  1. Ayúdanos Señor a dejar el “yo” para parecernos más a ti.
  2. Cuando Jesús llega a nuestra vida, simplemente no podemos seguir siendo los mismos.  En tu caso: ¿Cuál fue el momento clave que te impulsó hasta llegar a Jesús? ¿Qué cambios has notado?

HG/MD

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).