Lectura: Marcos 12:28-34

Reacciono negativamente cuando un agente de ventas realiza una presión excesiva sobre mí, ya sea en una tienda de ropa, en un lote de autos, o por teléfono.   Los no creyentes pueden reaccionar de una manera similar ante los creyentes, cuando estos tratan de presionarlos para que tomen la decisión de confiar en Jesús como Salvador.

Nuestro Señor nos mostró una mejor manera.  Pacientemente les enseñó la verdad, claramente declaró las nefastas consecuencias de la incredulidad deliberada, y tiernamente invitó a los perdidos a acudir a Él en búsqueda de salvación.  Nunca usó la manipulación, ni la coerción.

El escriba que vino a Jesús con una pregunta sincera estaba encantado con la respuesta del Señor (Marcos 12:28-34). También admiraba mucho a Jesús, a diferencia de la mayoría de sus colegas. Todo lo que le quedaba por hacer era reconocer a Jesús como el Mesías y poner su confianza en Él.  El Señor le animó diciendo: “No estás lejos del reino de Dios” (v.34). No sabemos si el escriba dio ese paso de fe en Jesús, pero era suficiente lo que se le había dicho, y por lo tanto el escriba tuvo en sus manos la decisión más importante de su vida.

Podemos aprender del ejemplo de Jesús.  Nuestro papel es hablar la verdad con amor, para que la gente pueda ver claramente lo que tienen que hacer para ser salvos.  El Espíritu de Dios hace el resto moviendo a una persona a confiar en Cristo.  No podemos hacer que la gente crea, pero podemos estar seguros de oirán hablar de Jesús y de su maravillosa Palabra de Vida: la Biblia.

  1. Debemos estar siempre listos y dispuestos a compartir con otros el mensaje del Salvación expuesto en la Biblia, esa puede ser la única vez que esa persona lo escuche.
  2. Puedes presentarle a una persona tu fe en Cristo, pero no puedes hacerla creer en Él.

NPD/HVL