Lectura: Éxodo 16:14-18

La joven pareja conformada por Esteban y Susan estaban recién casados, y cuando regresaron de la luna de miel se preguntaron qué preparar para comer.  Así que, como Susan no quería depender de apps de comida, decidió buscar una receta en línea y pronto encontró algo que parecía simple: “Espaguetis en salsa roja”.

El asunto es que la receta era para una familia de 6 y ellos eran tan sólo 2, así que estuvieron comiendo espaguetis durante 2 días seguidos, entonces al tercer día se dijeron que mientras aprendían a cocinar tendrían que sobrevivir con las apps de comida y comidas preparadas, ya que no querían ver espaguetis por algún tiempo.

Algo similar experimentaron los israelitas cuando cada mañana debían recoger el mana, una super comida celestial provista por Dios, solamente debían recoger lo necesario para el día, excepto en el día de reposo (Éxodo 16:23-26).  Como todo en la vida, había muchos de ellos que añoraban la comida de Egipto, a pesar de que eso significara esclavitud y sufrimiento (Éxodo 16:3; Números 9:1-9).

Muchas veces nosotros también nos quejamos de lo rutinario, pero si leemos más detenidamente Éxodo 16, encontraremos el principio de vida que Dios quería enseñarle a su pueblo, ellos debían confiar en la provisión divina sabiendo que eso era lo mejor para ese momento de sus vidas, tenían que aprender a depender de Dios.

  1. Podemos confiar en que Dios siempre proveerá lo necesario para nuestra subsistencia y abrigo (1 Timoteo 6:8).
  2. Piensa y agradece la forma en la cual Dios proveyó lo que en verdad necesitabas en el pasado.

HG/MD

“Así que, teniendo el sustento y con qué cubrirnos estaremos contentos con esto” (1 Timoteo 6:8).