Lectura: Juan 5:16-18

 

Cuando Jesús le dijo al hombre “Levántate, recoge tu camilla y anda”, sabía exactamente lo que estaba haciendo.  Estaba al tanto de que era el día de reposo.   Pudo haber estado allí o de camino al templo a orar, a través de la Puerta de las Ovejas.  Jesús le dijo intencionalmente y con un propósito al hombre “Levántate, recoge tu camilla y anda.

 

Luego que Jesús le dijera al hombre que dejara de pecar, fue inmediatamente donde los líderes religiosos.  Él les dijo que no les había dicho toda la verdad, que sabía quién lo había ayudado, su nombre es Jesús.  Apresuradamente recordaron que era el mismo Jesús que había echado fuera del templo a los comerciantes y los que cambiaban dinero en la última Pascua.  Estaban furiosos.  Los líderes religiosos creían claramente Jesús había violado la Ley Mosaica en Éxodo 20:8 “Acuérdate del sábado, para consagrarlo.”  En su opinión Jesús merecía la muerte porque había violado la ley de consagrar el sábado.

 

Cuando encontraron a Jesús lo regañaron por decirle al hombre que tomara su camilla y se fuera en el día de reposo.  Jesús les dijo: “Mi Padre aun hoy está trabajando, y yo también trabajo.”  Esto los enfureció.  Por esta razón Juan nos dice que ellos lo “perseguían” y aún “redoblaban sus esfuerzos para matarlo.”  En sus mentes ellos creían que estaban obedeciendo lo que dice Éxodo 31:14 “El sábado será para ustedes un día sagrado. Obsérvenlo.  Quien no lo observe será condenado a muerte.  Quien haga algún trabajo en sábado será eliminado de su pueblo.

 

Estas personas era inteligentes, ellos sabían lo que Jesús hacía y decía.  Ellos creían “pues no sólo quebrantaba el sábado sino que incluso llamaba a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se hacía igual a Dios.

 

  1. Jesús claramente les estaba diciendo que su Padre trabajaba el sábado y Él de igual manera, porque Él es Dios. Jesús estaba dando una lección sobre la ética de trabajo que debemos tener y que para realizar misericordia con una persona no debemos fijarnos quien nos ve, ni el día de la semana en que estemos.
  1. Pasa algún tiempo hoy meditando en Jesús como trabajador. Trata de esta semana de realizar un acto de misericordia para alguien que no lo espere.  Recuerda trabajar para el Señor es una bendición.

 

SL/ME

Jesús: El Trabajador. “Pero Jesús les respondía:—Mi Padre aun hoy está trabajando, y yo también trabajo.” -Juan 5: 17

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.