Lectura: 2 Timoteo 3:10-17

Yo estaba conduciendo a las afueras de Orlando, en busca de la pequeña ciudad de Zellwood. Cuidadosamente la había situado en el GPS, el mismo me había trazado una ruta por un camino poco transitado, y creí que estaba perdido.  Rápidamente le di un vistazo a un mapa de carreteras que llevaba conmigo y vi la brújula que estaba en mi parabrisas, esto me confirmó que me dirigía en la dirección correcta y finalmente llegué al cruce de la carretera que conduce a Zellwood.

La Biblia y la obra del Espíritu Santo de Dios son como un GPS (mapa) y la brújula. La Biblia es nuestro GPS (mapa). Pablo les aseguró a Timoteo que la Escritura establece la ruta de la sana doctrina y la justicia (2 Tim. 3:16).  Pero ¿dónde está la brújula en este pasaje?

La brújula es la obra del Espíritu Santo en la «forma de vida, propósito, fe, paciencia, amor, la perseverancia» de Pablo (vv.10, 14).  Debido a que Timoteo siguió atentamente la guía de Pablo, el cual había depositado su confianza en el Espíritu Santo, Timoteo no perdió su camino.

Quizás la lectura de la Biblia, la oración y la adoración en una iglesia, fueron una vez parte de tu infancia, sin embargo ya no los practicas.  Ahora estás de “paseo” y no sabes qué creer.  ¡Mira el GPS (mapa) y la brújula de nuevo!  Lee la Biblia y recuerda la vida de los que estaban en tu iglesia o amigos que caminaban con Cristo.  Sigue su ejemplo y pronto estarás de vuelta en el camino correcto.

1. Con la Palabra de Dios como GPS (mapa) y su Espíritu como su brújula, te vas a mantener en el rumbo.

2. ¿Qué esperas? Regresa a casa.

NPD/DDH