Lectura: Jeremias 12

Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo, pues, vas a competir con los caballos? -Jeremías 12:5

En los Juegos Olímpicos, los más grandes corredores del mundo compiten por las medallas de oro y las coronas de laurel. Mucho antes de la carrera final, hay competencias en países por todo el mundo para eliminar a aquellos que no son lo suficientemente veloces como para competir. En los Juegos, los más veloces de entre los veloces acceden a la competencia final.

El profeta Jeremías también participó en una feroz competencia -pero con los idolatras y los sacerdotes malvados. El estaba respondiendo al llamado del Señor a condenar a Judá y a predecir su caída. Llego a desalentarse tanto que le preguntó al Señor, “¿Por qué prospera el camino de los impíos? ¿Por qué [son] felices?” (12:1).

Es allí cuando, en esencia, Dios le dijo a Jeremías, “La competencia acaba de comenzar. Hasta ahora has estado lidiando con asuntos de menor importancia (corriendo con los de a pie). ¿Cómo manejaras la situación cuando venga lo realmente difícil (competir con los caballos)?”

Tal vez te has topado con algunas dificultades recientemente: tu jefe, alguna enfermedad, conflictos en tu iglesia. Le has rogado al Señor por alivio. Pero puede que Él haya respondido, “Sigue resistiendo. Atrinchérate. Puede que se ponga peor.” Cuando te pida que “corras con los caballos”, El estará contigo para fortalecerte y sustentarte. Eso es lo que Dios hace. –DCE