Lectura: Efesios 3:14-21

¿Estás feliz con tu vida? ¿Sientes que la situación económica, el trabajo, tus compañeros de curso u otras situaciones que te rodean te están robando el gozo?

En una encuesta se le preguntó a un grupo representativo de personas que decían creer en Dios: ¿qué es lo que más deseas de la vida? El resultado fue que el 90% de personas centraron sus respuestas en los siguientes principios: una relación íntima con Dios, un propósito claro en sus vidas, y un profundo compromiso con la fe.

Me pregunto, ¿por qué tantas personas desearon tener estos principios, como si se tratara de algo difícil de conseguir? Es posible que algunas personas crean que estos buenos deseos tan sólo se logran con un gran esfuerzo y sacrificio, además de asociar que tener una buena relación con Dios significa tener una vida libre de dificultades.

Si en verdad queremos tener una relación constante y creciente con Dios, entonces debemos entender primeramente que nada externo puede robarnos la paz que proviene de Dios.  Segundo, que estos objetivos de vida se logran cuando permitimos que la Biblia: la Palabra de Dios, gobierne nuestros corazones; al hacer esto seremos: “…fortalecidos con poder por su Espíritu…”  (Efesios 3:16), lo que tendrá como resultado la experiencia del gozo verdadero.

El complicado mundo en el cual vivimos, muchas veces nos tienta a colocar nuestras más profundas esperanzas en manos de otros o de nosotros mismos, lo cual nos lleva a la frustración.  Si bien es cierto que muchas veces necesitaremos de la ayuda de otros, la verdadera paz proviene de Dios al permitir que Jesús sea el Señor y Salvador de nuestras vidas, tal como lo dice Romanos 5:1 “Justificados, pues, por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”

  1. No busques en cosas externas el gozo, porque el verdadero gozo proviene de Dios. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús” – Fil.4:7
  2. Si el mundo con todas sus complicaciones está destruyendo tu vida, busca a Jesús.
  3. El gozo es uno de los mejores regalos de Dios; reconocer que Jesús es nuestro Señor, y que de Él provienen el gozo y la paz, debe ser uno de nuestros regalos para Él.

HG/MD

“Porque tú eres mi socorro, bajo la sombra de tus alas cantaré de gozo” Salmos 63:7