Lectura: Santiago 1:22-27

Se dice que en una ocasión cuando Sir Henry Brackenbury (1837-1914) fue designado agregado militar en París, estaba hablando con el distinguido estadista francés Léon Gambetta. “En estos días”, dijo Gambetta, “sólo hay dos cosas que un soldado tiene que saber.  Él debe saber cómo marchar, y debe saber cómo disparar”

El inglés respondió rápidamente: “Le ruego me disculpe, su Excelencia, pero ha olvidado lo más importante de todo”

“¿A qué se refiere?” Preguntó Gambetta.

Brackenbury respondió: «¡Él debe saber cómo obedecer!»

Esta verdad se aplica también a los seguidores de Jesucristo. No es suficiente para nosotros saber intelectualmente las verdades básicas sobre el cristianismo, para que podamos vernos como un verdadero soldado de Cristo.  Lo más importante es que aceptemos la Palabra de Dios por fe y que luego la obedezcamos (Santiago 1:22).

Nunca debemos estar satisfechos con sólo un conocimiento intelectual con respecto a cómo vivir.  No debemos estudiar las Escrituras sólo para familiarizarnos con el conocimiento de Dios. Se necesita saber más que eso para agradar a nuestro Señor y Maestro, Él espera obediencia.

1. Debes poner tu conocimiento en acción.  Eso mostrará la suprema autoridad de Cristo el Señor en tu vida.

2. Un día a la vez mostrando tu obediencia, vale más años de estudio sobre el tema.

NPD/RDH