Lectura: 1 Tesalonicenses 4:13-18

Existen muchas personas que se burlan de la fe cristiana por medio de revistas, blogs de internet, páginas de Facebook, videos de YouTube, entre otros. A través de estos medios de comunicación las personas expresan sus convicciones, muchos manifiestan que esta vida no tiene sentido, que no existen bases científicas para decir que existe vida después de la muerte, rechazan que Dios exista y por supuesto la historicidad de Jesús: su vida, muerte y resurrección.

El filósofo ateo Jean Paul Sartre (1905-1980), llegó a decir en los últimos días de vida, en los cuales se encontraba luchando con una enfermedad, lo siguiente: “La desesperación vuelve a tentarme…el mundo parece feo, malo y sin esperanza.  Ese es el grito de desesperación de un viejo que va morir en desesperación.  Pero eso es exactamente lo que resisto.  Sé que voy a morir en esperanza.  Pero esa esperanza necesita un fundamento”.

Al mes de escribir esto Sartre murió.  Nunca sabremos, por lo menos en este mundo, si alguna vez este hombre desesperado descubrió ese fundamento.  Los creyentes encontramos en la Palabra de Dios la enseñanza de que la única base para nuestra esperanza, es la tumba vacía de Cristo y su resurrección (1 Corintios 15); adicionalmente, nadie puede poner otro fundamente que no sea Jesús, tal como lo dice el apóstol Pablo en 1 Corintios 3:11, “porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.”

Dios nos ha provisto de la mejor de las bases, el más sólido de todos los fundamentos, en quien podemos tener esperanza plena: Cristo Jesús. (1 Tesalonicenses 4:13-14)

1. ¿Y tú? ¿En quién has depositado tu esperanza?

2.    Jesús es la roca de nuestra esperanza.

HG/MD

“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” (1 Corintios 3:11).