Lectura: Lucas 12:16-21

¿Has visto alguna vez una calcomanía o pegatina que dice así?

¡El que muera con más juguetes gana!

Es una triste afirmación.  Para todo el que viva por esa filosofía la muerte es la mayor de todas las tragedias.  En ese momento, todo aquello por lo ha vivido se termina.

Angus y Emma Brower, eran una pareja misionera a inicios de la segunda mitad del siglo 20.  Ellos no miraban la vida de esa manera.  Puesto que la mayor parte de su sostén económico procedía de una iglesia pequeña, por lo cual su vida era muy simple y sin lujos.

Fueron misioneros eficaces, pero eran tan modestos que no eran muy conocidos.  Lo que poseían no era de mucho valor y no les importaba.  Un amigo me dijo que sus últimos años, los Brower habían vivido en una villa para jubilados, y su más alta prioridad fue hasta el final agradar al Señor.

Jesús dijo una parábola acerca de un hombre que pasó toda su vida acumulando más y más riquezas y no tenía tiempo para Dios (Lucas 12:16-21).  Era rico en vida, pero estaba en bancarrota en su vida espiritual.

La muerte no puede robarles a personas como los Brower sus verdaderas riquezas.  En lugar de ello, les proporciona una herencia indescriptiblemente gloriosa del tesoro que los espera en el cielo (Lucas 12:33).

  1. ¿Dónde está tu tesoro?
  1. Invierte tu vida en lo que paga dividendos eternos.

NPD/HVL