Lectura: Filipenses 3:20-4:1
Todos en algún momento nos hemos preguntado ¿cómo será el cielo? Y entre más caminamos por la senda de la fe, es más normal esa curiosidad por saber cómo será la morada celestial que nuestro Padre Celestial está preparando para los suyos. Unido a esto, en ocasiones también tendemos a preguntarnos, ¿cuál será nuestra reacción cuando pasemos de este mundo al hogar celestial?
El teólogo británico Stephen Neill también solía hacerse esas mismas preguntas, y compartió uno de sus pensamientos: “Al inicio estaba inclinado a pensar que lo que sentiría sería asombro” – luego añadió – “pero para expresarlo con un poco de más precisión, sería un gozo asombroso”.
Esa sería una buena descripción: “Un Verdadero Gozo Asombroso”; el apóstol Pablo en Filipenses 3:20-21, describió a los creyentes como ciudadanos del cielo y escribió lo siguiente: “…de donde también esperamos ardientemente al Salvador, el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo de humillación para que tenga la misma forma de su cuerpo de gloria…” Pablo anhelaba aquel esplendoroso día en el cual el pecado, el dolor y la aflicción, desaparecerían para siempre.
¡Cuán glorioso y emocionante será cuando veamos a nuestro Señor! Es en verdad indescriptible e imposible de plasmarlo en simples trazos de un pincel, no hay palabras suficientes para explicarlo. Entonces, en realidad no importa cuales sean nuestras expectativas, estas serán completamente superadas, cuando en su momento el Señor nos llame a nuestro hogar, en el tanto esto suceda tenemos el privilegio de invitar a otros a que experimenten el gozo asombroso y verdadero.
- En ocasiones se nos olvida que el Espíritu Santo vive en nosotros. ¡Disfrutemos de Su presencia hoy! “¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que mora en ustedes, el cual tienen de Dios, y que no son de ustedes?” 1 Cor.6:19.
- Nuestro paso temporal por este mundo, será completamente superado, cuando el Señor nos reciba en las nubes. “Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, aliéntense los unos a los otros con estas palabras” 1 Tes. 4:17-18.
HG/MD
“Por tanto, aliéntense los unos a los otros con estas palabras” (1 Tes.4:18)