Lectura: Salmos 7:1-17

A la gran mayoría nos incomodan las injusticias de esta vida.  Nos incomoda ver a las personas deshonestas y corruptas a quienes les parece ir mejor que a las personas que hacen las cosas de forma correcta.

Pero, de algo debes estar seguro: “…Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará” (Gálatas 6:7).

Este principio es ilustrado en muchas historias; por ejemplo, se dice que el emperador Carlomagno quería una magnificente campana para la iglesia que recién había construido.  El proyecto de diseño y construcción de esta campana había sido depositado en las manos del artista Tancho, a quien se le proveyó de una gran cantidad de cobre y de aproximadamente 100 libras de plata.

No obstante, este hombre decidió que iba a hacer trampa; se dejó para sí la plata y la sustituyó con hojalata altamente purificada.  Cuando terminó el trabajo, lo presentó ante el emperador, quién la mandó a colgar en el espléndido campanario de la iglesia.  Al intentar tocarla su sonido no era el esperado, así que llamaron nuevamente a Tancho para que diera las explicaciones del caso, pero al momento de alar la cuerda para tocarla, se desprendió una gran parte de la campaña debido a su mala calidad, la cual le cayó encima y lo mató al instante.

La muerte de este estafador fabricante de campanas, nos recuerda las palabras del salmista: “Su afán se volverá contra su propia cabeza; y la violencia que ha practicado recaerá sobre su coronilla” (Salmos 7:16).

  1. De algo puedes estar seguro, en algún momento cosecharemos lo que sembramos.  No tendremos nada de que temer si sembramos lo que es correcto.
  2. Las semillas que sembramos hoy determinarán la clase de fruto que cosecharemos mañana.

HG/MD

“No se engañen; Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará” (Gálatas 6:7).