Lectura: 1 Corintios 13:1-7

El cirujano inglés Thomas Inman (1820 – 1876), les recomendó a sus colegas médicos en 1860, que no prescribieran un medicamento para curar si no estaban seguros de que serviría.  Su argumento se basaba en que debían otorgarle al paciente “el beneficio de la duda”.  

Esta frase es también un término legal que significa que si un jurado tiene pruebas conflictivas que lo hace dudar sobre la evidencia presentada contra una persona, el veredicto que deben dar es el de “inocente”, otorgándole el “beneficio de la duda”.

Al pensar un poco más en esta frase médica y legal, podríamos llevarla un poco más allá y aplicarla a nuestras relaciones con otras personas, es más, en la Biblia este es un principio que se aplica constantemente, por ejemplo, en 1 Corintios 13:7 leemos lo siguiente sobre el amor: “Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. 

Esto no quiere decir que el amor sea ingenuo, sino que da el beneficio de la duda en lugar de condenar sin antes oír o pensar lo peor, como lo hace todo el mundo. 

Durante su ministerio el Señor aplicó este principio con sus discípulos, por ejemplo, cuando intentaron hacer callar a una persona que compartía el mensaje de salvación pero que no andaba con ellos (Marcos 9:38-41); cuando Jacobo y Juan recomendaron al Señor que hiciera caer fuego sobre una ciudad samaritana donde no quisieron oírlos (Lucas 9:51-56); o cuando los discípulos se durmieron a unas horas de que Jesús fuera crucificado, a pesar de que les dijo que oraran con Él (Mateo 26:36-46).  Ellos recibieron el beneficio de la duda, ya que, a pesar de sus errores, continuaron siendo sus discípulos y tenían una misión por cumplir, llevar a otros pecadores el regalo de la salvación.

  1. Antes de juzgar, detengámonos un momento, pidamos a Dios dirección y comentemos con creyentes maduros la situación que nos incomoda, nos sorprenderemos porque luego de hacer esto, tendremos un mejor panorama de lo que hemos oído o visto.
  2. Muchas veces hemos deseado que otros nos den el beneficio de la duda, entonces pensémoslo dos veces antes de condenar a alguien.

HG/MD

“Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Corintios 13:7).