Lectura: Hebreos 11:1-6

Cuando era adolescente en ocasiones tenía algunas dudas normales sobre mi fe.  Había decidido de corazón seguir a Jesús como mi Señor y Salvador, pero al ver tantas injusticias de la vida y leer algunos escritos de incrédulos que en ese momento parecían tener argumentos bastante inquietantes con relación a mi fe en Jesús, me hacía preguntas para las cuales aún no tenía respuestas.

En mi poca sabiduría juvenil, prefería no decirles a otros sobre las dudas con respecto a la fe; no obstante, al final siempre terminaba diciéndome que había decidido seguir a Cristo sin importar las pequeñas dudas que en ocasiones aparecían.

Algunas personas no se sienten cómodas con la definición que el autor de Hebreos 11:1 hace de la fe: “La fe es la constancia de las cosas que se esperan, la comprobación de los hechos que no se ven”.  Muchos creen que el pasaje pide mucho a quien dice tener fe, requiere confiar a pesar de que no siempre podamos comprobar los resultados de antemano.  Pero si en realidad tratamos de entender el versículo en su contexto, nos explica que es la fe y lo que no hace.

La fe se afirma con certeza y constancia, que viene a medida que recorremos el camino con Dios y su Palabra a nuestro lado.  Cuando hacemos esto las dudas se van y empezamos a entender que en realidad somos sus hijos e hijas.

La fe no hace que los problemas desaparezcan como por arte de magia, la fe no hará que de repente conozcamos lo que sucederá en nuestras vidas mañana.  Sin embargo, lo que si hace es que la espera sea más soportable.

  1. No debes dejar que los momentos de duda te desalienten, confía y obedece lo que nos dice el Señor en su Palabra para nuestro tiempo.
  2. Decide creer, alimenta tu fe, habla con Dios, estudia su Palabra, reúnete con otros que también quieran crecer espiritualmente, al hacerlo verás que poco a poco esas dudas se desvanecerán.

HG/MD

“Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).