Lectura: Salmo 90:1-12

¡Cuidado! ¡Detente! ¡No lo uses! ¡Aplican restricciones! ¡Peligro! ¡Lee detenidamente! Seguramente hemos visto alguna de estas advertencias en algún momento de la vida, y es que vivimos en una sociedad invadida de señales de advertencia.

Por ejemplo, podríamos citar desde los descargos de responsabilidades en medicinas, las fechas de vencimiento de un alimento, hasta los indicadores de peligro en las carreteras. Estas etiquetas y avisos procuran evitarnos peligros inminentes.

Hace poco recibí la caja de una compra que había realizado en línea.  La caja en que venía tenía una enorme etiqueta adhesiva roja que decía: Frágil; manejar con cuidado. Cuando pienso en la fragilidad de la vida, me pregunto si no deberíamos colocarnos todos uno de esos adhesivos de advertencia.

Y es que sin duda no es una idea muy inteligente andar por la vida pensando que somos invencibles y que todo siempre va a salir bien, ya que con el tiempo descubriremos la realidad de que somos mucho más frágiles de lo que pensábamos. Solo hace falta una llamada del médico diciendo que tenemos una enfermedad casi mortal, el viraje brusco de un conductor descuidado delante de nosotros o que una mañana recibamos el despido de nuestro trabajo, para que recordemos que la vida es sumamente incierta.

¡No hay garantía de nada en esta tierra! Nadie puede estar seguro de que seguirá respirando, o que mañana la vida será igual o mejor que hoy. Por eso, el salmista da un consejo importante… una etiqueta de advertencia, por así decirlo: “Enséñanos a contar nuestros días de tal manera que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90:12).

  1. Vivamos nuestra vida plenamente como si fuera nuestro último instante en este mundo, amando más intensamente, teniendo mayor disposición a perdonar, dando más generosamente y hablando con más delicadeza.
  2. No lo olvides, las señales en el camino están ahí para advertirte y si leyeras la Biblia más a menudo descubrirías que es el manual de vida que dejó Dios; está llena de advertencias para hacer más transitable tu camino en este mundo.

HG/MD

“Enséñanos a contar nuestros días de tal manera que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90:12).