Lectura: Salmos 119:97-104

En su carta a Timoteo, Pablo no dijo: “Yo sé EN quien he creído”, aunque eso es cierto. Él no dijo: “Yo sé LO QUE he creído”, aunque esto también es cierto. Pero Pablo dijo: “Yo sé A quién he creído” (2 Tim. 1:12 RV-60).

Pablo no solamente sabía algo acerca de Cristo, también le conocía personalmente.  La salvación no es simplemente una cuestión de saber algo, sino de creer en alguien.

¿Le conoces? Entonces, ¿te gusta leer lo que Él quiere decirte?  Existe a una máxima que dice: Si conoces al autor del libro, te encantará su libro.

Una joven mujer puso a un lado un libro que estaba leyendo, porque pensó que era aburrido. Algún tiempo después llegó a estar comprometida para casarse . Una tarde le dijo a su prometido, “Yo tengo un libro escrito por un hombre con el mismo nombre que el tuyo. ¿No es eso una coincidencia?» El hombre respondió: “Eso no es una coincidencia. Yo escribí ese libro!”

Esa noche se sentó hasta las 3 de la mañana a leer el libro que una vez encontró aburrido. Ahora era el libro más emocionante que jamás había leído. Pues ella se había enamorado del autor.

1. ¿Es la Biblia un libro aburrido para ti? Entonces tal vez deberías conocer al Autor .

2. Para conocer a Cristo, debes amar la Biblia, Su Palabra escrita y viva.

NPD/MDH