Lectura: Salmos 127-128

Hace ya algunos años se realizó una encuesta por la revista Carreras y Universidades (Careers & Colleges magazine), los adolescentes estadounidenses revelaron algunas noticias sorprendentes sobre sí mismos. Cuando se les preguntó con respecto a lo que más admiraban, más de 7 de cada 10 adolescentes eligieron a sus padres sobre las estrellas de televisión, cine, músicos, líderes políticos, y atletas.

Esas cifras son muy interesantes, y también deben desafiar a todos los que son padres. Si tenemos la atención de nuestros hijos puesta en nosotros,  que clase de ejemplo estamos dándoles, ¿Somos honestos, responsables, trabajadores, amorosos, exigentes en demandar que ellos realicen sus tareas en el hogar y estudio, y cálidos dispuestos a dar un abrazo cuando lo necesiten?

En los Salmos 127 y 128 se nos recuerda que tenemos que depender continuamente de la ayuda del Señor y de Su dirección si queremos construir un hogar feliz. Con esto en mente, me gustaría sugerir cinco principios que debemos comunicar con oración y modelación a nuestros hijos.  Los principios que no sólo ayudarán a que nos admiren, sino que también nos ayudarán a que ellos le den la honra a Dios.

1. El propósito principal de la vida es confiar en Cristo y vivir para Él.

2. Siempre tengamos en mente que debemos proteger a nuestros hijos, sin llegar a la sobreprotección, ellos muchas veces no saben lo que es mejor para sus vidas.

3. Es mejor complacer a Dios, que complacer a la gente.

4. Lo que esperamos de ellos, debe ser lo que nosotros estamos reflejando.

5. No obtendrán un amor más grande, del que reciben en casa con padres que aman verdaderamente a Jesús, ni siquiera de un novio o novia.

Enseñe a sus hijos estos principios, y que tendrán las mejores razones para admirarlo y querer tener un relación personal con Jesús.

1. ¿Cómo los Salmos 127 y 128 describen el valor de los niños?

2.  ¿Qué frases enfatizan la importancia de la relación de los padres y madres con Dios?

NPD/DB