Lectura: Gálatas 6:2-10

Contaba una dama cristiana: “Cuando me enteré que necesitaba quimioterapia, mi mayor temor era perder mi cabello. Sabía que era un pensamiento vano y que debía ser una preocupación menor, pero racionalice que estaba bien lamentar lo que la Biblia llama la gloria de la mujer (1 Corintios 11:15).

Sin embargo, sabía que la pérdida que estaba lamentando no era mi gloria sino mi identidad. Mi cabello, el cual me llegaba a las rodillas, era una parte tan grande de quién yo era que temía perder a mí misma cuando lo perdiera. En el pasado había tenido pesadillas acerca de que me cortaran el cabello. ¿Qué pasaría cuando este se fuera de verdad? Temía lo peor.

Pero lo peor nunca ocurrió. Me cortaron el cabello corto – hubo un poquito de angustia pero no hubo pesadillas. Y se cayó – hubo un poco de tristeza, pero no desaliento.

Varias semanas después mi querida amiga Marge me dijo, “Julie, no puedo decirte cuan a menudo he lamentado la pérdida de tu cabello. Es una parte tan grande de ti.”

De repente, me di cuenta que Marge estaba cumpliendo el mandamiento de Gálatas 6:2, «Llevad los unos las cargas de los otros.» Ella me estaba acompañando con oraciones y empatía para aliviar mi carga. “

Satanás quiere derrotarnos con cargas pesadas, pero nuestros compañeros creyentes, por medio de su amor y apoyo, pueden minimizar el sufrimiento que él causa.

  1. ¿Esta semana, le has pedido a tus amigos cristianos motivos por los cuales orar por ellos?
  2. ¿Esta semana, le has pedido a tus amigos NO cristianos motivos por los cuales orar por ellos?  Esta es una buena forma de presentar el evangelio.

NPD/JAL