Lectura: Eclesiastés 12:1-14

De acuerdo con un estudio publicado en abril de 2019 por la Organización Mundial de la Salud de la, la esperanza de vida media pasó de 66,5 años en 2000 a 72 en 2016 (74,2 años en las mujeres y 69,8 en los hombres). (ONU, 2019)  Algunas personas dicen que “lo importante no es cuánto vivas, sino lo bien que vivas”.  No obstante, algunas personas llegan a vivir hasta los 100 o más, y llevan una vida infeliz y otras viven relativamente pocos años, pero ocuparon ese tiempo disfrutando con su familia y sirvieron al Señor con gran fervor, sirviendo a sus semejantes y su buena influencia aún se siente.

Algunas personas luchan por alargar su estancia en este mundo a cualquier precio, esforzándose por añadir años a su vida.  Existe un gran negocio en medicinas, vitaminas, programas de ejercicios y cirugías, todo con el fin de mantenerse vivos.

La mayoría ha olvidado o no le presta atención a lo que hace que la vida sea realmente significativa, brindándonos calidad de vida o no tan sólo cantidad de vida y esto sólo lo lograremos al lado del Señor.  Tan sólo cuando invertimos nuestras vidas en los caminos del Señor (Eclesiastés 12:1, 13-14), es cuando conseguimos que nuestros días en la tierra cuenten para la eternidad.

Es por ello que debemos procurar llenar nuestras vidas con servicio, adoración y trabajo para el Señor, en lugar de limitarnos a pasar nuestras horas y días en cosas sin propósito, no estamos diciendo que no debemos abandonar nuestros trabajos y dedicarnos 100% al servicio de Señor, aunque este es un buen propósito, aun así necesitamos a buenos trabajadores creyentes en todas las áreas de la vida, necesitamos maestros, doctores, albañiles, vendedores, etc. que muestren en su testimonio el carácter y prioridades de Cristo.

1. La única vida que vale sea corta o larga, es la que se pasa en el servicio al Señor y siendo una bendición para los otros.

2.  Es mejor agregar vida eterna con Cristo como tu Señor y Salvador, en lugar de simplemente agregar años en esta tierra.

HG/MD

“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú has enviado” (Juan 17:3). 

ONU. (4 de 4 de 2019). Noticias ONU. Obtenido de News.un.org: https://news.un.org/es/story/2019/04/1453921