Lectura: Hebreos 11:23-29
El problema de apostar compulsivamente puede parecer extraño para la mayoría de nosotros. Sin embargo, los expertos creen que muchos millones de personas de todas las nacionalidades son adictas psicológicamente al juego. El juego les produce una emoción de esperanza y riesgo, pero generalmente termina en derrota. Es ciertamente, un placer temporal. Para los que se involucran en él, perder es lo normal; ganar significa no perderlo todo.
Algunos creyentes tienen un problema similar: las apuestas espirituales. Es una manera de vivir que implica correr riesgos viendo cuánto podemos forzar la paciencia de Dios. Aunque sabemos que “la suerte” no existe, muchas veces jugamos con nuestro propio tiempo o con placeres pecaminosos. Vivimos como si fuese posible ignorar la voluntad de Dios y aun así salir adelante. Parece que fuésemos adictos a la emoción del riesgo.
No hay ni una probabilidad de que Dios no cumpla Su Palabra. No hay ni siquiera una posibilidad en un número con “n” cantidad de ceros a la derecha, de que Dios no sea fiel, a lo que se comprometió por ejemplo: Su regreso como Rey triunfante (Apocalipsis 19). Podemos estar absolutamente seguros de que lo que Él ha prometido, se cumplirá. Por eso es tan lógico ser como Moisés y creer en Dios. Moisés estuvo dispuesto a confiar en la segura Palabra del Señor en vez de correr riesgos con la emoción temporal del pecado (Heb.11:24-26). Creyó que Dios era 100% digno de confianza. ¿Lo crees tú?
- Dios siempre cumple lo que promete.
- Puedes confiar tu vida al cumplidor de promesas: Jesús.
NPD/MRD
Al único que le podemos confiar nuestra tranquilidad, y aún nuestra existencia es a Dios ya que El nos la da a diario aunque no sepamos vivirla, ya que muchas de las veces nos enfocamos más en vivir en lo material y lo espiritual lo dejamos a segundo te rmino y aún así Dios en su misericordia nos da la oportunidad de ganar la victoria y la vida eterna.
Dios siempre cumple sus promesas y su amor ymisericordianosalcanza a todos.
Espero en El, se que no es hombre
para que mienta ni hijo de hombre para que se
arrepienta.
Anehelo un hijo
Dios siempre cumple sus promesas,si le buscamos.
Dios cumple con sus promesas, y lo más importante es que nosotros confiemos plenamente en Él. Para Dios sea la honra y la gloria porque de ÉL es la victoria.
Amén gloria a Dios por sus promesas
Me enseña lo importante q.es confiar en Dios
Aunque crea q lo q pido es imposible
Solo se q Dios me ama
Sus promesas son Si y Amén