Lectura: Romanos 13:1-10

En lo personal pienso que algunos de los mandatos y desafíos que encontramos en las Sagradas Escrituras pueden ser más difíciles de cumplir o aceptar; tal es el caso del que nos invita a practicar el apóstol Pablo en 1 Timoteo 2:1: “Por esto exhorto, ante todo, que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones y acciones de gracias por todos los hombres”; pero, Pablo lo lleva al siguiente nivel en el siguiente verso: “por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que llevemos una vida tranquila y reposada en toda piedad y dignidad “ (v.2).

Lo más difícil de estos pasajes es la parte de “dar gracias por todos”, ya que muchos podrían decir: “¿Y por qué dar gracias…?  Pero, pensémoslo un momento, recordemos que Pablo vivió bajo los regímenes despóticos de algunos de los hombres más malos de la historia: los emperadores romanos.  Sin embargo, ello no le impidió ver algunas de las cosas positivas que hacían; por ejemplo, le daban orden a la vida de un pueblo a través de “buenas leyes”.

En muchos de nuestros países las leyes se basan en el derecho romano, si bien no es perfecto, nos brinda cierto orden, las cosas serían mucho peores si viviéramos en una anarquía con ausencia de controles.

Pablo es reiterativo con este principio, al recordarnos nuevamente en Romanos 13:1-7, que Dios usa el gobierno para juzgar a quienes hacen el mal.  También usa a la policía y al sistema judicial para controlar el crimen y procurar el orden.  Dicho esto, también hay que reconocer que existen muy malos gobiernos y sistemas judiciales corruptos, pero esto fue exactamente lo que vivió y sufrió Pablo en su tiempo; aun así tomaba tiempo para orar por ellos y dar gracias por algunas de las buenas obras que lograba identificar en medio de toda la tiranía de los césares.

  1. Los desafíos de las Escrituras siempre nos exigirán dar lo mejor de nosotros, con el fin de ser mejores hijos e hijas de Dios, esta semana no olvides orar por tus gobernantes.
  2. Dar gracias es más difícil que quejarse, así que el desafío es buscar razones para dar gracias.

HG/MD

“Por esto exhorto, ante todo, que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones y acciones de gracias por todos los hombres” (1 Timoteo 2:1).