Lectura: Gálatas 5:22-26

Hace algunos años, una amiga nos contó parte de las experiencias que había tenido como entrenadora del equipo de deletreo de la escuela primaria en la cual impartía clases.  En uno de los años cuando contendieron, el equipo fue particularmente exitoso y ganó algunas competencias.

Al siguiente año, durante una actividad escolar para presentar los equipos de la escuela, algunos miembros del cuerpo docente le dijeron a los integrantes: “¿Y este año, van a ganar más que el año pasado?”  Ella observó cómo a los participantes de su equipo les cambió la cara y empezaron a sentir mucha presión por los resultados. 

Debido a esto los primeros resultados no fueron muy buenos, y de inmediato se dio cuenta que debía hacer algo, entonces se reunió con el equipo y les dijo: “Este año, compitamos con gozo, sin que importe tanto el resultado, vamos a divertirnos”.  Entonces, sus rostros se iluminaron y su actitud también; si bien es cierto no ganaron tantas competencias como había sucedido durante el año anterior, si empezaron a disfrutar más de la experiencia y de la amistad que estos tipos de actividades proveen para los niños y niñas.

Esta situación me hizo recordar las palabras finales que el apóstol Pablo le dirige a los ancianos de Éfeso: “con tal que acabe con gozo mi carrera” (Hechos 20:24).  Su objetivo principal era culminar lo que Dios le había encomendado, pero con gozo, con buena actitud.

Todos en algún momento nos sentimos de mal humor debido a situaciones problemáticas, malas noticias, problemas de salud, entre otros.  No obstante, Dios es capaz de darnos un gozo que trasciende esas situaciones.

Una parte esencial que compone el fruto del Espíritu Santo, es el gozo (Gálatas 5:22), así que, al empezar cada día debemos pedirle a Dios que nos ayude a recordarlo y a ponerlo en práctica en cada actividad que hagamos. 

  1. Agradece a Dios porque en cada etapa de tu camino puede haber espacio para el gozo, a pesar de las circunstancias.
  2. Señor, lléname cada día de tu gozo.

HG/MD

“Estas cosas les he hablado para que mi gozo esté en ustedes y su gozo sea completo” (Juan 15:11).