Lectura: Isaías 54-57.

Supón que te llevan de emergencia al hospital donde un médico te examina y te informa que estás críticamente enfermo.  Dice que vas a morir a menos que recibas el tratamiento adecuado.  Luego te receta una medicina y te dice: “Sí se toma esto, le garantizo que se va a poner bien”.

Ahora bien, ¿qué debes hacer?  ¿Crees que deberías quedarte acostado y creer que el médico ha diagnosticado tu enfermedad correctamente, y que la receta de verdad te va a poner bien?  No, eso no sería suficiente.  Si quieres vivir, tienes que tomar la medicina.

Lo mismo sucede con la salvación.  Puedes creer todo lo que dice la Biblia de Cristo, que murió por tus pecados y resucitó de los muertos.  Pero si niegas a “tomarlo”, es decir a confiar en Él y en la obra que hizo por ti en la cruz, estarás perdido como si lo hubieras negado abiertamente.

La fe que salva no es simplemente admitir que ciertas cosas sobre Cristo son verdad.  Es aceptar personalmente el remedio de Dios para el pecado.  Es aceptar personalmente el remedio de Dios para el pecado.  Es confiarle el destino de tu alma por toda la eternidad.  De eso se trata tomar la medicina o sea recibir a Jesucristo el que cual te está ofreciendo la medicina para tu enfermedad espiritual el pecado.

Dios también en el pasado le ofreció muchas veces a su pueblo escogido Israel la medicina para su enfermedad, desgraciadamente para ellos no todos quisieron tomarla.

Mucho del contenido de estos capítulos versan en torno al Reino futuro del Mesías sobre todo el mundo, teniendo como centro la ciudad de Jerusalén.

1.  ¿Qué promete Dios a la estéril Israel?

2. Israel aún tiene que aprender la lección de la gracia divina.  ¿Cómo crees que Dios va a lograr este aprendizaje en Su pueblo tan legalista y tan obstinado?

3.  De nuevo un ruego en forma de imperativo: ¡Venid! (Is.54:1-3),  ¿A dónde?

4.  Que la salvación y la misericordia divinas pudieran ser alcanzadas por los extranjeros nunca fue un misterio.  ¿Qué tenían que hacer éstos para alcanzar el don divino?

5.  ¿Cuáles eran las acusaciones de Dios contra Israel?  ¿Quién es Dios según 57:15?  ¿Qué promete Dios a los que se humillan?  ¿Qué hay para los justos?  ¿Para los impíos?