Lectura: 2 Reyes 18:1-16

Prácticamente todas las personas conocemos el acrónimo internacional SOS, que implica un llamado urgente de ayuda o socorro ante una situación de emergencia.  Pero, hoy trataremos y le daremos a estas tres letras un significado diferente: “Sólo Ora Siempre”.

En nuestra lectura devocional leímos con respecto al rey Ezequías, quien fue uno de los mejores reyes de Judá.  Luego del terrible reinado de su padre, este hombre restauró la adoración a Dios para su pueblo (2 Reyes 18:3-4); no obstante, este rey también flaqueó por falta de fe. Tal como leímos, el rey de Asiria, Senaquerib, atacó a Judá; ante esto el rey Ezequías le ofreció el oro del templo como una señal para buscar una salida negociada ante la crisis (2 Reyes 18:13-16).

Como podemos imaginar, esto no satisfizo al rey asirio, quien volvió a amenazar a Ezequías con destruir al pueblo.  Fue hasta este momento, y quizás al verse acorralado, que Ezequías recordó una herramienta poderosa que siempre había tenido a su alcance, oró a Dios diciendo: “Solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra; tú has hecho los cielos y la tierra. Inclina, oh Señor, tu oído y escucha; abre, oh Señor, tus ojos y mira…oh Señor, Dios nuestro, por favor, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que solo tú, oh Señor, eres Dios”. (2 Reyes 19:15-19).  Dios contestó la oración de Ezequías y los libró de sus enemigos (2 Reyes 19:35-37).

Quizás estés atravesando por una situación difícil en tu vida, y sientas que no tiene solución: la pérdida de tu trabajo, tu matrimonio está en crisis, tus hijos no te obedecen, tienes problemas de salud, entre otros.  Sin importar por lo que estés pasando, debes recordar que Dios es más grande que cualquier circunstancia, preséntale a Dios tu situación en oración, debes estar dispuesto a obedecer sin importar Su respuesta, a cambiar tus actitudes y sobre todo a estar agradecido por las bendiciones que has recibido, y que superan por mucho a tus problemas.

  1. Así que antes de hacer cualquier cosa, recuerda el SOS: Sólo Ora Siempre.
  2. Si no sabes cómo hablar con Dios, sigue estos sencillos pasos: reconoce cuán grande y misericordioso es Dios, agradece por tus bendiciones y perdona a otros que te han herido, solicita Su intervención con palabras sencillas y termina como iniciaste, reconociendo que estás ante Tu Dios y Señor, y aceptarás Su voluntad.

HG/MD

“Oren sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17).