Lectura: 1 Pedro 5:5-9

Antes del siglo 19 era costumbre que sobrecargaran en exceso los barcos y, como resultado, se hundían y se perdía la tripulación junto con sus cargamentos, que como dicen algunos, en muchos casos valía su peso en oro; esta costumbre causaba pérdidas innecesarias.

No obstante, con el fin de corregir ese error, en 1875 el político inglés Samuel Plimsoll propuso una ley para crear una línea en el costado de los barcos la cual mostraba si llevaban demasiada carga. Esa línea se conoció como “marca de francobordo”, aunque también recibió el nombre de línea de Plimsoll, y hoy día sigue apareciendo en muchos de los cascos de los barcos.

Puede ser que, como esos barcos de la antigüedad, en ocasiones nuestra vida parezca sobrecargada de temores, luchas y angustias. Incluso podemos sentir que corremos peligro de hundirnos. Sin embargo, en esos momentos es alentador recordar que tenemos un recurso extraordinario: un Padre celestial quien está dispuesto a ayudarnos a acarrear ese peso.

El apóstol Pedro señaló: “Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que él los exalte al debido tiempo. Echen sobre él toda su ansiedad porque él tiene cuidado de ustedes” (1 Pedro 5:6-7). El Señor tiene poder para manejar las preocupaciones que nos abruman.

  1. Aunque las pruebas de la vida puedan parecer una carga demasiado pesada, podemos estar seguros de que nuestro Padre celestial nos ama profundamente, sabe nuestros límites y cuánto podemos soportar.
  2. Sea lo que sea que enfrentemos, Él nos ayudará a sobrellevarlo.

HG/MD

“Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que él los exalte al debido tiempo. Echen sobre él toda su ansiedad porque él tiene cuidado de ustedes” (1 Pedro 5:6-7).