Lectura: Proverbios 4:10-27

En los últimos años en muchos países se han puesto de moda los deportes al aire libre, en especial las carreras, y no sé si has notado que, en muchas de ellas, particularmente en las maratones, unos días antes pintan líneas azules en la vía a lo largo del recorrido.

Ya sea que se trate de un corredor de élite o un principiante quien se enfrenta a la carrera por primera vez, esa línea azul los ayuda a recorrer la distancia mínima requerida, ya que está ajustada a la distancia oficial de la competencia.  Asimismo, estas líneas azules contribuyen a la seguridad y guía de los competidores.

El rey Salomón hizo algo similar con la esperanza de que sus hijos e hijas se mantuvieran a salvo en la carrera de la vida por medio de la adquisición de sabiduría divina, la cual los guiaría “por sendas de rectitud” (Proverbios 4:11) y procuraría que no tropezaran (v.12). Su esperanza como padre era que ellos disfrutaran de una vida abundante y libre de los efectos de una vida alejada de la sabiduría divina.

Nuestro amoroso Dios Padre nos ofrece una guía perfecta o “línea azul”, la cual conocemos por medio de la Biblia; y aunque nos brinde la libertad de caminar por donde queramos, Él en su misericordia nos brinda en las Escrituras la guía para nuestro andar y para que no tropecemos en nuestro sendero (vv.12,18,22).

  1. Abre, lee y estudia la Biblia cada día de tu vida.
  2. Comparte con otros lo que has aprendido de tu estudio de las Sagradas Escrituras.

HG/MD

“En el camino de la sabiduría te he instruido y por sendas de rectitud te he hecho andar” (Proverbios 4:11).