Siete Evidencias Convincentes #6
Sección especial: ¿Podemos probar que la Biblia es verdad?
Con todos los conocimientos y recursos que actualmente tenemos a nuestra disposición, los hijos de Dios no tienen excusa para no estar preparados “para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15). En primer lugar, podemos saber lo que la Biblia dice acerca de sí misma (“las evidencias internas”), y luego podemos aprender de las evidencias más convincentes que corroboren y confirmen sus afirmaciones (“las evidencias externas”).
6. Los hallazgos arqueológicos
Siete evidencias convincentes
por Lanser Scott
Los arqueólogos una vez se jactaron de que la Biblia estaba llena de errores porque no había pruebas independientes, y no se había encontrado evidencia histórica para confirmar las afirmaciones de la Biblia. Sin embargo una serie de descubrimientos asombrosos ha puesto un freno a su jactancia.
La arqueología nos proporciona afirmaciones fascinantes y sorprendentes de la exactitud y confiabilidad de las Escrituras. De hecho, es una de las maneras más eficaces para abrir una conversación con sus amigos acerca de la Biblia.
Después de 200 años de excavaciones arqueológicas y descubrimientos, tenemos un poderoso arsenal de hallazgos importantes que ¡dejará a los escépticos más inflexibles de la Biblia pensando! Hablar con la gente sobre estos descubrimientos les ayuda a despejar sus dudas y mentiras que han escuchado y tal vez hasta lleguen a creer en la Biblia.
A continuación se presentan una serie de descubrimientos sorprendentes que se pueden compartir con aquellos que cuestionan la veracidad de la Biblia. Esta lista incluye aproximadamente mil años de historia bíblica desde la época del rey David hasta el tiempo de Jesús. Al leer esta lista tenga en cuenta cómo los registros de muchos de los principales acontecimientos y personas de la Biblia son confirmadas por estos sorprendentes descubrimientos arqueológicos. Sería de gran ayuda que usted se tome tiempo para estudiar y memorizar estos importantes hallazgos.
La estela de Tel Dan (900-850 aC)
La estela es una piedra vertical en la que se inscribió, y que se utilizó como monumento de un evento importante o de logro. Los gobernantes y los pueblos de Egipto, Israel, y a través de Mesopotamia utilizaron estas estelas para conmemorar grandes victorias y logros. Esta estela en particular es extraordinaria porque su cara tallada en piedra contiene la expresión, “Casa de David.” Esta estela afirma que la Monarquía Unificada bajo el rey David existió en la historia y contradice de plano las opiniones de larga data de los escépticos que negaban que David nunca había existido.
La estela de Meesha (846 aC)
Popularmente conocida como la Piedra Moabita, registra la revuelta de Meesha, el rey de Moab, contra Israel. Esta increíble estela menciona a Omri, rey de Israel, y a David de la Monarquía Unificada. Incluso se refiere a Yahweh, ¡el único nombre del Dios de Israel! Junto con el testimonio de la estela de Tel Dan tenemos un poderoso testimonio externo de lo que la Biblia registra como la verdadera historia de los reyes de Israel y sus interacciones con los reyes extranjeros.
El Cilindro de Nabonido (550 aC)
El rey Nabónido de Babilonia dejó un magnífico cilindro cuneiforme (letras en forma de cuña inscritas en un cilindro de arcilla) que citan a su hijo mayor, Belsasar por su nombre. Los críticos de la Biblia había reclamado desde hace muchos años que el relato del libro de Daniel se había equivocado, pues decían que Belsasar nunca había sido rey de Babilonia y que Nabonido, por lo tanto, no era su padre. El descubrimiento de este cilindro demostró claramente que estos eruditos estaban completamente equivocados. En efecto, ahora podemos entender el significado de Daniel 5:16 con mayor precisión cuando dice: “Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura, y un collar de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino.” (La cursiva es nuestra para dar énfasis).
Este texto ahora tiene mucho sentido porque Nabonido se encontraba en una corregencia con su hijo Baltasar, que era el príncipe heredero de Babilonia. A sí que haría de Daniel el «tercer señor del reino.»
Osario de Caifás
Un osario era una caja construida para mantener los huesos de los muertos después de la descomposición. En 1990 un descubrimiento sorprendente sacudió a los eruditos bíblicos y arqueólogos. En la sección del Bosque de la Paz de Jerusalén se descubrió una cueva sepulcral con doce osarios, uno de ellos no es otro que el de Caifás, el sumo sacerdote que presidió el juicio de Jesús.
Piedra de Dedicación de Pilatos
En junio de 1961 una inscripción en un bloque de piedra caliza, que se encuentra en un anfiteatro romano en Cesarea Marítima, sacudió el mundo académico. El bloque que alguna vez fue utilizado como piedra de dedicación de un templo cercano y luego había sido utilizado como asiento en el anfiteatro local, contenía una inscripción extraordinaria. Ésta decía: “Tiberieum, (Pon) tius Pilatus, (Praef)ectus Iuda (eae).» Los investigadores que cuestionaron la existencia de Pilato (y de los registros de los evangelios en general) ¡fueron silenciados con este asombroso descubrimiento!
Muchos descubrimientos arqueológicos más esperan ser a descubiertos y compartidos con tus amigos. Si alguien cuestiona alguna de las afirmaciones bíblicas que no han sido verificadas de forma independiente, puedes compartir algunos de estos ejemplos para mostrar que “el silencio” no es evidencia en contra de las Escrituras.
También espero que esta breve lista te inspire a cavar más profundo y usar la arqueología como herramienta poderosa para ¡contender por la Palabra de Dios y la fe que ha sido confiada a nosotros!
Acerca del autor: Scott Lanser es director de la Asociación para la Investigación Bíblica, un ministerio cuyo propósito es informar al público sobre los últimos hallazgos arqueológicos, junto con la perspectiva bíblica de cada descubrimiento. También es el pastor principal de la iglesia New Hope Bible Fellowship. Publicado originalmente en idioma inglés en Answers Magazine, publicación #6.3, 2011.
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