Lectura: Mateo 6:24-34
En una de mis visitas al campo, pude hablar con alguien que se dedicaba a la agricultura y tenía su campo cerca de donde conversábamos. Me dijo con algo de preocupación: “Sabe, necesitamos lluvia, no sé qué vamos a hacer si sigue esta sequía.
¿Y todos los años es así?, le pregunté.
“Hace exactamente un año todo estaba tan mojado, que era casi imposible entrar en el campo sin que las botas se hundieran”. Luego hizo una pausa y prosiguió: “Los últimos 41 años he trabajado en la agricultura y siempre ha sido así, o todo está muy mojado o todo está muy seco. No sé ni siquiera para que me molesto en quejarme por este tipo de cosas.” Reímos juntos un rato y luego seguí mi caminata, pensando en lo que me había contado aquel hombre y su relación con todo aquello que le preocupaba.
Jesús habló de como sobrellevar la preocupación en nuestras vidas, al decir que pensáramos en las aves del cielo y los lirios del campo (Mateo 6:26,28). Verdaderamente todo lo que necesitan para sobrevivir, está fuera de su control. Más sin embargo, Dios las alimenta y viste, y eso mismo hará por ti. ¿Cuál es la aplicación práctica de este pasaje? Deja de preocuparte y empieza a confiar. No debes olvidar que todo es temporal, y así como las aves y los lirios por más bellos que sean, tienen un final; así también nosotros tendremos un final en este cuerpo terrenal, pero a diferencia de estas especies, Dios te ofrece una esperanza eterna, si confías en Él como Señor y Salvador.
- Dios se agrada de que sus hijos e hijas depositen su confianza en Él. Sabemos que esto es muy difícil cuando estamos frente a circunstancias adversas; hoy puedes empezar a confiar en Él, puedes decirle: “Gracias, mi Jesús. Tú sabes lo que necesito. Así que voy a confiar en que me vas a cuidar.”
- La única manera en que podemos liberarnos del afán cotidiano, es orando por todo.
HG/MD
“Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero el Padre de ustedes que está en los cielos sabe que tienen necesidad de todas estas cosas” (Mateo 6:32).