Lectura: Efesios 6:1-10

Alguna vez has oído la siguiente frase: “Cuando era un muchacho de 14 años, mi papá era tan ignorante que apenas podía soportar tenerlo cerca.  Pero cuando cumplí 41, me sorprendí de cuánto había aprendido del viejo en esos 25 años.”

Es triste ver el poco respeto que tienen algunos hijos para con sus padres, la actitud de los hijos hacia los padres casi siempre cambia en función de cuanto se va madurando en la vida, pues con el tiempo los hijos se dan cuenta de que sus padres sabían muchísimo más que ellos.

Por otra parte, algunos jóvenes reconocen con pesar que, si hubieran seguido el consejo de sus padres, hubieran evitado mucho dolor en sus vidas, y en la vida de sus familias. 

La Palabra de Dios es muy clara al decirnos: “Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa), para que te vaya bien y vivas largo tiempo sobre la tierra” (Efesios 6:1-3).

  1. Los hijos sabios hacen felices a su padre y a su madre.
  2. Tus padres te criaron, recuerda el respeto, obediencia y amor que les debes.

HG/MD

“Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo” (Efesios 6:1).