Lectura: 2 Timoteo 4:1-8
Hace poco recibí un correo electrónico en el que me ofrecían participar en un concurso. El correo venía dirigido a mí personalmente y mencionaba una y otra vez un premio de 1 millón de dólares. Hablaba de la posibilidad de una riqueza instantánea y una vida de ocio. Finalmente, al pie del largo correo, encontré la parte que andaba buscando, escrita en letra muy pero muy pequeña. Puesto que la ley lo requiere, el correo me decía que las probabilidades numéricas aproximadas de que yo ganase el premio eran de 1 en 80 millones. ¡Eso es lo que se llama remoto!
Ahora compara eso con la espera de Pablo de lo que le aguardaba en los cielos: “Ahora me espera el premio, la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me dará el día de su regreso; y el premio no es solo para mí, sino para todos los que esperan con anhelo su venida.” (2 Tim. 4:8).
Que diferente es esta esperanza, si la comparamos con las falsas expectativas, promesas y promociones que nos ofrece el mundo, y más aún en estos días de fin de año, cuando se nos ofrecen alegrías temporales y tan sólidas con la neblina matutina.
Si le has dado la bienvenida a Cristo en tu vida, anhelas Su regreso, y corres la carrera de la vida cristiana aferrado a Jesús, entonces ese mismo premio te aguarda a ti. ¡Esa sí es una promesa segura!
- Nuestras decisiones presentes determinan nuestras recompensas futuras.
- Las promesas de Dios son VERDADERAS y sin NINGUNA letra pequeña engañosa.
NPD/DCM
Amen, Dios promete y cumple, porque el no es hombre para mentir.
Que con la ayuda del espirito santo aprendo que no todo me es permitido
Nuestras decisiones presentes determinan nuestras recompensas futuras,cuando manejamos decisiones arrebatadas nos llevan al fracaso cuando no se toma en cuenta a DIOS haciéndolo participé. También cuando no sé lleva acabó la Sabiduría de Dios aplicándola a las desiciones presentadas. DIOS ES ÉL ÚNICO QUE CUMPLE SUS PROMESAS Y LAS PERFECCIONA.Porque DIOS no es Hombre, para que mienta, Ni Hijo de Hombre para que se arrepienta.
Dios siempre cumple sus promesas y nunca nos abandona
Confiar y creer.
Sólo a DIOS.
Dios nos ama y cumple con las promesas y todo es en su momento, no se cae una hoja de un árbol sin su santa voluntad, El sabe que es lo que nos conviene y eso es lo que nos brinda, muchas veces cuando no se cumplen nuestros deseos nos frustramos y lo vemos mal, pero Dios que es nuestro Padre es el único que sabe que no nos conviene y con el tiempo nos damos cuenta que El tenía la razón. Gracias mi Todo Poderoso por las oraciones contestadas y por las no contestadas, amen.