Lectura: Romanos 5:1-8

Un amigo me contó una historia de su infancia.  Cuando tenía aproximadamente 7 años, a su papá le regalaron una de esas Biblias con cubierta de cuero que cuando están cerradas, se puede ver el borde dorado de sus páginas, y que decía en letras grandes y mayúsculas: “SANTA BIBLIA”; además estaba empacada en una linda caja de colores sobrios.

Cuando mi amigo vio la palabra “SANTA”, lo asoció con no tocar, ya que estaba muy arriba en una repisa que apenas podía alcanzar, aun así, de vez en cuando le daba una mirada, la Biblia era ilustrada y en una de las páginas de los evangelios había una ilustración de Jesús colgado en la cruz y a su lado las palabras de Juan 3:16, también tenía una lámina trasparente roja la cual mostraba su gran sacrificio y sangre derramada por nosotros.

A pesar de que apenas estaba empezando a leer, leyó aquel pasaje y se preguntó sobre este Hombre y la razón de su muerte. No estaba seguro de que su amor tuviera que ver con él o si era incluso algo prohibido.

Algunos años después, oyó el mensaje que explicaba que Dios había hecho posible acceder a su amor por medio de Jesús. Romanos 5:1-2 declara: “… tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido acceso por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”. En ese momento entendió finalmente lo que quería decir aquel pasaje y la ilustración roja de aquella Biblia, así que en ese momento creyó en Jesucristo y lo recibió para que lo salvara de su pecado.

  1. ¿Acaso estás agradecido de que la Biblia y el amor de Dios no digan prohibido tocar?
  2. Puedes recibir hoy su perdón, el cual está destinado a personas que no son santas, como tú y yo.

HG/MD

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).