Lectura: Romanos 15:13-19

Hace muchos años una viuda sentía que estaba llegando al final de sus días; ya su esposo, un hombre de fe, había muerto hacía más de 10 años.  Al mirar a su alrededor, se deprimió al ver la inmoralidad y el caos de la sociedad actual.  No parecía que existiese motivo alguno para seguir adelante, y sentía que no tenía nada que ofrecer.

Una noche acompañada por varias amistades, una de ellas percibió su tristeza y le consultó, ¿cuál es tu preocupación?  Ella le contestó: “Me estoy preparando para morir”, a lo que la persona le sugirió: “Mi estimada señora, ¿por qué no se prepara para vivir?

Esa era la clase de desafío que ella necesitaba escuchar para acabar con el estancamiento en su vida.  Su actitud desde aquel momento cambió, y empezó a entender que Dios quería que viviera y contribuyera para que otros también lo llegaran a conocer.  Al año dirigió un equipo misionero en un país remoto, y gracias a ese viaje pudo afectar positivamente la vida de muchas personas.

La vida muchas veces puede parecer abrumadora, sin embargo, Dios ofrece esperanza en medio de la tormenta.   En Romanos 15:13 Pablo escribió las siguientes palabras: “Que el Dios de esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo”.

No importa cuál sea tu edad o las circunstancias que enfrentes en tu vida, no te desesperes, ni te “prepares para morir”, al contrario prepárate para vivir en Cristo, lleno de esperanza, gozo y paz.

  1. No estamos sin esperanza, los que esperamos en Dios.
  1. Confía en que Dios tiene el control.

HG/MD

“Que el Dios de esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:13)