Lectura: Efesios 6:10-18

Tengo un amigo que padece de problemas del oído interno, esto hace que en ocasiones se le dificulte mantener el equilibrio.  Esta enfermedad le ha complicado bastante su vida, ya que sin previo aviso puede tener una crisis de vértigo y se marea.

Ni realizando el mayor de los esfuerzos puede contrarrestar el poder desestabilizador del oído interno, y debido a que trata de mantenerse muy activo, esto le ha causado muchos problemas y frustraciones.

En ocasiones, así es la vida, algo inesperado nos visita y hace perder el equilibrio o la tranquilidad que estábamos viviendo. Quizás sea una mala noticia diciendo que perdimos el empleo, o unos resultados perturbadores de un análisis que nos mandó el médico. Incluso podría ser un ataque de nuestro enemigo espiritual. Sin importar cuál sea nuestra situación particular, esto afecta nuestro equilibrio emocional, y nos sentimos como si fuéramos incapaces de seguir de pie.

Ante estas situaciones, sin duda debemos acudir a Dios.  Cuando sentimos que estamos perdiendo el equilibrio, Él puede proporcionarnos los recursos espirituales que nos permitan volver a estar de pie.  El apóstol Pablo nos aconseja lo siguiente: “Por esta causa, tomen toda la armadura de Dios para que puedan resistir en el día malo y, después de haberlo logrado todo, quedar firmes” (Efesios 6:13).

  1. Cuando te desestabilizas, no tienes que frustrarte. Con el poder de Dios que te levanta y con su armadura que te protege, puedes seguir de pie y con fuerzas.
  2. Adelante, sé valiente, Dios camina a tu lado.

HG/MD

“Por esta causa, tomen toda la armadura de Dios para que puedan resistir en el día malo y, después de haberlo logrado todo, quedar firmes” (Efesios 6:13).