Lectura: Colosenses 3:12-17
Carlos pudo haber hecho cientos de cosas diferentes aquel día. Como profesor sustituto, pudo haber dicho que sí cuando lo llamaron temprano en la mañana y pasar el día ganando dinero haciendo algo que le gusta hacer. O pudo haber preferido quedarse en la casa y trabajar en el jardín, lavar las ventanas y realizar un sinnúmero de quehaceres. O pudo haber decidido relajarse leyendo un buen libro.
Sin embargo, Carlos optó por pasar el día con mi familia. Estábamos de visita en su país para asistir a una conferencia y teníamos tiempo aquel día para explorar los lugares más bonitos de la ciudad. Carlos se ofreció como voluntario para acompañarnos, de manera que no dejásemos de ver los mejores sitios de interés. Le agradecimos profundamente su compañía y ayuda.
Creo que fue un acto de verdadera amabilidad cristiana, el que Carlos nos diese un día de su vida. Es exactamente el tipo de cosas que los hermanos en Cristo deberían hacer unos por otros cuando se presenta la oportunidad. Pero son muchas las veces en que nos lo impide una agenda muy apretada, obligaciones económicas que no nos dejan tiempo para otra cosa que no sea ganar dinero, o el afán de satisfacer nuestros propios deseos.
- Hemos de ser “ricos en buenas obras, generosos” (1 Tim.6:18) Y eso incluye dar parte de nuestro tiempo.
- Somos más ricos cuando damos y más pobres cuando acaparamos.
HG/MD
“Y todo lo que hagan, sea de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.” (Colosenses 3:17).
0 comentarios