Lectura: Lucas 6:27-36
¿Le pagarías el monto del tiquete del peaje o pago a la persona que no conoces y que viene detrás de ti haciendo fila en la autopista? ¿Le pagarías su helado a la familia que está haciendo su pedido, aunque sean extraños, todo sin esperar nada a cambio, ni siquiera un gracias?
Ese fue el desafío de un ministro a los asistentes de su iglesia. La meta era realizar un acto de amabilidad hacia otros que no lo esperaban, y al final explicarles que la razón por la cual lo estaban haciendo era debido al amor que tenían por Jesús.
Pero, ¿por qué hacer una cosa como esta?; ¿por qué gastar dinero en personas que no conoces, y que incluso pueden ser hostiles a la fe?; ¿por qué dar algo sin esperanza de obtener ninguna retribución? Esto parece ir en contra de todo lo que nos dice la cultura materialista, no obstante, este es un principio muy fuertemente compartido en las Escrituras.
Vuelve un momento a la lectura devocional: “Y como quieren que hagan los hombres con ustedes, así también hagan ustedes con ellos. Porque si aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Pues también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacen bien a los que les hacen bien, ¿qué mérito tienen? También los pecadores hacen lo mismo” (Lucas 6:32-33). Jesús quiere que hagas el bien mayormente a las personas que no tienen forma de retribuirte.
- El principio de dar sin esperar nada cambio, debe formar parte de tu estilo de vida, y ser más que simplemente el cumplimiento de un desafío. Tu deseo genuino debe ser imitar a Jesús y ser obediente a sus mandatos.
- ¿A quién bendecirás esta semana? Esto mostrará que reflejas en tu vida el carácter y prioridades de Jesús.
HG/MD
“Sean misericordiosos, como también su Padre es misericordioso” (Lucas 6:36).