Mártires de la fe

Ana- Rusia- Años 80’s

La camisa de fuerza era una tortura para Ana Chertokova, Odiaba tener sus manos cubiertas y atadas alrededor de su cuerpo.  Para los asistentes no era nada más que un animal que no merecía consideración.

Ana pasó diez años en un manicomio en Rusia.  No estaba loca.  Un juez la envió allí porque era cristiana.  Su rechazo a negar a Cristo era para el juez locura.

Rodeada de enfermos mentales, algunas veces Ana cuestionaba su propia cordura.  En las largas noches clamaba a Dios en su mente, aun mientras los que estaban a su alrededor gritaban con enojo o terror.  Sin embargo, ella nunca se enojó.  La fe que no quiso negar en el tribunal, tampoco la quiso negar en el manicomio.  Para los que podían comprender, Ana incluso trató de ser un testimonio y un ejemplo del amor de Cristo.

“Los saludos a todos con amor en nuestro Señor Jesucristo”, escribió Ana desde el manicomio. “Oro a Dios que nos hará bellas y perfectas en Cristo y que tomará el control de todos nuestros asuntos.  Creo firmemente que el Dios que creó el corazón de todo el mundo y que examina cada asunto de los hombres mortales juzgará mi disputa con la idolatría del ateísmo y llevará a cabo su juicio y su justicia.

No lo digo porque tenga escasez pues he aprendido a contentarme con lo que tengo.

Filipenses 4:11

Es posible que los cristianos se encuentren algunas veces en situaciones locas que ponen a prueba su paciencia y su carácter.  Un acuerdo de alojamiento difícil.  Métodos desconcertantes en la oficina, un hijo rebelde.  ¿Seguimos confiando en Dios sin importar nuestras circunstancias?  Lo logramos si conocemos el secreto del contentamiento.  La Biblia nos enseña que nuestro sentido interno de contentamiento debe tomar control cuando nos enfrentamos a circunstancias externas.  Nuestra actitud toma sus indicaciones de Dios, no de nuestra situación.  De otra manera, nos arriesgamos a volvernos tan confusos como nuestras circunstancias.  Tome una lección de Ana. Más bien pídale a Dios que le enseñe el secreto de estar contento a pesar de sus circunstancias.

Adaptado de: Devoción Extrema, la Voz de los Mártires, pag.190