Lectura: Mateo 7: 7-12

 

Jesús dirige nuevamente sus comentarios hacia sus discípulos.  No es para los para no creyentes, ni para los creyentes sin compromiso.  Es para aquellos quienes han entregado su vida completamente a Él.  Acá los desafía a pedir, buscar y llamar.  Les asegura que si ellos lo hacen, Dios los escuchará y les responderá como un Padre escucha a su hijo.

 

Jesús les explica a sus discípulos que Dios es un Padre amoroso, que ama darle buenos regalos a sus hijos cuando los piden.  Él les asegura que si piden pan para comer, Dios no les dará una piedra.  Si piden un pescado para comer, Dios no les dará una serpiente.  Tanto el pan como el pescado representan necesidades físicas.  Dios se alegra de poder suplir las necesidades a todos sus hijos cuando las piden, buscan y llaman creyendo en fe sinceramente.  Esto no es una promesa para pedir el nuevo teléfono inteligente, o una computadora, o ropa de moda, es una promesa de subsistencia: por comida.  Como dijo Jesús en Mateo 6:26, no te preocupes: “Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?”  Dios proveerá para nuestras necesidades.

 

Jesús luego va a continuar diciéndoles: “Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas.”  Si no quieres que los demás te juzguen o te condenen, debes dejar de juzgar a otros injustamente.  “Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.”   Trata a los demás como quieres que te traten.  Como dijo Pablo en 2 Timoteo 4:2: “Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.

 

  1. Reprende y corrige a otros luego de pasar mucho tiempo en la presencia de Dios confesando tu propio pecado. Recuerda que son como perlas, se cuidadoso a quien se las tiras.

 

  1. Pide mucha sabiduría al Señor Jesús cuando tengas que aplicar reprensión y corrección, ya que no es para cualquiera hacer este tipo de cosas.

 

SL/ME

Jesús: Ama, Reprende y Disciplina. “Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete. Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.” -Apocalipsis 3: 19-20.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.