Lectura: 1 Juan 3:16-24

Un joven envió una carta de amor a su novia. La cual decía: «Cariño, podría escalar la montaña más alta, navegar por el océano más extenso y cruzar el desierto más caliente, tan sólo por verte.  Postdata: “Voy a ir el sábado por la noche a tu casa, si no llueve”.

Nos reímos por su inconstancia, y nos sentimos mal por la chica, que como todos nosotros anhela ver el amor en acción, en no promesas vacías.

Jesucristo nos mostró cómo debía verse el amor verdadero, Juan lo describió de la siguiente forma: “Conocemos lo que es el amor verdadero, porque Jesús entregó su vida por nosotros.”  Además Juan continuó: “…De manera que nosotros también tenemos que dar la vida por nuestros hermanos.” (1 Jn. 3:16).

La palabra griega que se usa para este tipo de amor en 1 Juan 3:16 es: “Ágape”. Este tipo de amor se caracteriza por su espíritu de sacrificio.  Es un amor basado en la voluntad, no en las emociones.  No es un sentimiento sujeto a los caprichos de nuestra conveniencia.  Es una decisión de amar a otro a pesar del costo.

El entregar nuestras vidas por los demás, no implica que debamos hacer morir nuestra voluntad por completo.  Podemos valorar estas dos circunstancias: muchas veces nos costará un poco más, dejar de hacer lo que estamos haciendo y ser empáticos (identificación afectiva) con alguien en necesidad.  Una vez me sentí impulsado por el Espíritu Santo a dejar de hacer un trabajo importante en mi casa, por visitar a un vecino. Más tarde esta persona aceptó a Cristo, en parte debido a la amistad que habíamos establecido durante esa visita.  Sin embargo, cuando un amigo nos solicita dinero para salir de sus deudas, y esta persona ya nos había solicitado dinero, le aconsejamos y no corrigió su mala administración del dinero y desgraciadamente otra vez está endeudado, en esta circunstancia no podemos ser empáticos, esta persona debe aprender la lección.

1. No te pierdas las pequeñas oportunidades de amar, incluso pequeños actos de amor, pueden significar grandes oportunidades y bendiciones.

2. ¡El amor en acción, está al servicio de otros, ese es amor verdadero!

HG/MD

«En esto hemos conocido el amor: en que él puso su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestra vida por los hermanos» (1 Juan 3:16