Lectura: Juan 12:42-50
La espeleología es la ciencia que estudia el origen y la formación de las cavernas y las cavidades subterráneas naturales, así como su flora y su fauna.
En muchos de nuestros países se pueden visitar cavernas, y en ellas podemos encontrar muchas formaciones rocosas y cristales, además de murciélagos increíbles, aves nocturnas, insectos y en algunos casos peces adaptados a este tipo de ambientes oscuros.
No obstante, para muchas personas la oscuridad que se encuentra en estos lugares puede resultar un tanto inquietante y hasta puede causar claustrofobia o miedo a estar encerrado, así que la mayoría siente un gran alivio cuando vuelven a la superficie y pueden apreciar la luz del día.
Esas experiencias son un recordatorio físico de lo impactante que puede llegar a ser la oscuridad y de cuánto necesitamos de la luz. Vivimos en un mundo oscurecido por el pecado y que se ha vuelto en contra de su Creador. Por eso, necesitamos la verdadera Luz que nos ofrece Jesús, quien vino a restaurar toda la creación a su propósito original incluida a la humanidad (Romanos 8:22-39).
Él se refirió a sí mismo “la luz del mundo” (Juan 8:12); y agregó: “he venido al mundo como luz para que todo aquel que cree en mí no permanezca en las tinieblas” (Juan 12:46).
- El Señor no es tan sólo nuestro Salvador, también nos indica el camino a seguir en medio de la oscuridad espiritual de este mundo.
- Llevemos la luz de Jesús a quienes necesitan salir de la oscuridad del pecado.
HG/MD
“Yo he venido al mundo como luz para que todo aquel que cree en mí no permanezca en las tinieblas” (Juan 12:46).
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