Lectura: 1 Corintios 1:10-19

En 1934 se presentó una discusión tan grande sobre un Memorial, que llegó hasta la Suprema Corte de los Estados Unidos.  Todo giraba en torno a un recordatorio de soldados caídos en la Primera Guerra Mundial, y a que un símbolo religioso pudiera ser exhibido en un lugar público y en especial en uno como este; la discusión era sobre lo apropiado de usar una “cruz”, claramente en identificación al cristianismo, o más bien utilizar otro símbolo que no hiciera distingo de religiones.

La cruz siempre ha estado en el centro de la controversia, el imperio romano reservaba este castigo para los asesinos, los participantes en rebeliones o robo armado siempre que fueran esclavos o extranjeros; tan sólo era usado contra un ciudadano romano que fuera acusado de alta traición, así que era muy deshonroso morir en una cruz.

Así que no resulta extraño que incluso el apóstol Pablo dijera que Cristo lo había enviado: “…a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no sea hecha vana la cruz de Cristo.  Porque para los que se pierden, el mensaje de la cruz es locura; pero para nosotros que somos salvos, es poder de Dios.” (1 Corintios 1:17-18).

Como creyente, no debes ver la cruz como algo mágico, o como un amuleto que llevas puesto para que te dé una protección especial o te libre de problemas, ningún objeto puede hacer eso.  Al pensar en la cruz, debes ver el mensaje detrás, la prueba máxima del poder, dolor y misericordia de Dios, quien tuvo que morir en una de ellas para liberarte de la tiranía del pecado.

  1. En una sociedad cada vez más escéptica y sin absolutos, quizás sea bueno seguir usando la cruz como un símbolo de controversia, pero no para exaltar el objeto, sino para recordar a Aquel quien estuvo clavado a una de ellas, que hoy está vivo y quiere hacerte entender por qué estuvo sobre una cruz.
  2. El mensaje de la cruz siempre será una locura, el justo muriendo por el injusto, pero es verdadero.  Si aún no lo entiendes, te invitamos a leer la historia de Jesús en los Evangelios, ¿Qué estás esperando, vívelo tú mismo?

HG/MD

“Porque para los que se pierden, el mensaje de la cruz es locura; pero para nosotros que somos salvos, es poder de Dios.” (1 Corintios 1:18).