Lectura: Salmos 44 – 49.
José Barquer no creía en Dios y en uno de sus discursos dijo: Si realmente existiese Dios, Él debería hacer algo conmigo.
Me pasó la vida negando su existencia y desafiándolo y él no hace nada al respecto. ¿No será simplemente que Dios no existe? Un campesino presente en la concurrencia contestó: Usted se parece a mi perro. Él tiene la costumbre de ladrar a todo lo que ve, hasta es capaz de ladrarle a la luna cuando brilla. Y ¿Qué es lo que usted piensa que hace la luna cuando mi perro le ladra? Pues nada, sigue brillando. De la misma manera insensata obra usted, se pasa la vida ladrándole al todopoderoso y ¿qué hace Dios? Lo que ha hecho siempre, Él hace salir su Sol sobre malos y buenos y hace llover sobre justos e injustos, dice la Biblia. Claro que eso no durará para siempre. Dice Dios en Salmos 50:21: “Estas cosas hacías y yo he callado. ¿Pensabas que de cierto sería yo como tú? Pero te redargüiré y las pondré delante de tu rostro” Y el apóstol Pablo dice: ¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento?” Y más adelante dice “Porque Dios pagará a cada uno según sus obras”. (Rom. 2:3-4) Barquer comprendió que el silencio de Dios no es debilidad sino misericordia y llegó a reconocer la existencia de un Dios creador.
No te confundas. Las bendiciones de Dios no siempre son sinónimo de aprobación.
Hemos leído los salmos de los hijos de Coré, una familia de servidores en el Templo. No son tan personales como los de David, pero tienen verdades profundas.
1. Salmo 44. Este salmo nos debe hacer estar agradecidos por las bendiciones recibidas. Agradécele a Dios por lo que te ha dado hasta este día. El recordar las bendiciones pasadas nos debe bastar para estar firmes ante los problemas presentes. ¿Le has confiado tus pruebas actuales a tu Señor, que ha sido fiel y permanecerá fiel?
2. Salmo 45. Esta es una canción para bodas reales. Posiblemente se volverá a oír en su tono original en las bodas del Cordero con su esposa Israel (Apocalipsis 19). Al leer los versos 6 y 7 (compárese con Hebreos 1:8, 9), ¿A quién se refiere?
3. Salmo 46. ¿Qué significaba Dios para Israel? ¿Qué significa Dios para ti?
4. Salmo 47. Este es un salmo profético. ¿Cómo debemos cantar? ¿Cuándo sucederán estas cosas por completo? (Apoc. 19:11-16; 20:6)
5. Salmo 48. Jerusalén es la ciudad escogida por Dios para su reinado milenial, la cual será restaurada con este propósito. Dios cumplirá sus promesas. El también nos dejó una promesa para nuestro tiempo: 1Tesalonicenses 4:13-18, ¿Le crees?
6. Salmo 49. ¿Una persona puede pagar el precio de la salvación de otros o la suya propia? ¿Es sensato confiar en las riquezas? ¿Quién es el único que puede salvar? (1 Pedro 1:18-20)