Lectura: Jeremías 10:6-13

Es muy agradable ver el desfile de las rosas que se realiza cada primero de enero en Pasadena California, y se caracteriza por bellísimas carrosas decoradas con flores naturales, bandas musicales estudiantiles, entre otros entretenimientos.  Si nos detuviéramos en la esquina de una calle, tan sólo tendríamos un vistazo parcial del desfile; sin embargo, si tomáramos un helicóptero y sobrevoláramos el desfile, podríamos ver la ruta completa con todas las personas, carrosas, instrumentos musicales, entre otros elementos que son parte del desfile.

Esto nos ayuda a entender a Dios un poco, Él es Eterno y ve los eventos humanos desde una perspectiva muchísimo más amplia que la nuestra.  Tiene una visión que incluye y ve todo desde el principio hasta el fin.

El hecho es que, aunque sea difícil de entender Dios existe: “desde la eternidad hasta la eternidad” (Salmos 90:2).  Esta no es solamente una afirmación teológica profunda, es una verdad que nos puede servir de consuelo y tranquilidad.  Jeremías lo plantea de la siguiente forma: “el Señor es el verdadero Dios; él es el Dios vivo y el Rey eterno” (Jeremías 10:10); Él no tiene principio ni fin, y debido a ello tenemos la confianza para creer que Dios cumplirá sus promesas y terminará todos los planes que tiene para nosotros.

No hay nada en nuestra vida, ya sea que nos parezca grande o pequeño, que tome a Dios por sorpresa.  Él tiene todo bajo Su control, sobre lo que ha ocurrido, está ocurriendo y ocurrirá, Él lo sabe todo.

  1. Algo que debe traer paz y alegría a nuestra vida es que servimos a un Dios eterno, todopoderoso y omnisciente (lo sabe todo).
  2. Vivimos en un mundo cambiante, pero el carácter inmutable de Dios es el que nos da la confianza que necesitamos.

HG/MD

“Antes que nacieran los montes y formaras la tierra y el mundo, desde la eternidad hasta la eternidad, tú eres Dios.” (Salmos 90:2).