Lectura: Isaías 40:27-31

Mientras trabajaba en la computadora portátil, muy concentrado en lo que estaba haciendo, de repente vi un aviso que provenía del sistema operativo de la computadora, el cual me alertó diciendo que estaba a punto de apagarse el equipo.

Lo más extraño de esto, es que estaba seguro de que la máquina se encontraba conectada al toma corriente; pero, al revisar el cable de alimentación, finalmente me di cuenta de que estaba conectado a una regleta eléctrica que, en lugar de estar enchufada al tomacorriente de la pared, estaba enchufada a sí misma.

Esto me recordó inmediatamente el pasaje de las Escrituras sobre el poder de Dios en Isaías 40:27-31. El profeta identifica la verdadera e inagotable fuente de fortaleza de donde debemos obtener la nuestra: “¿No lo has sabido? ¿No has oído que el Señor es el Dios eterno que creó los confines de la tierra? No se cansa ni se fatiga, y su entendimiento es insondable” (v. 28).  Luego de esto, les habla a aquellos que están quedándose sin fuerzas y los anima a esperar en el Señor para que se recuperen (vv. 29-31).

El Señor Jesús nos dijo que somos como ramas que permanecen adheridas a Él, la Vid (Juan 15:4-5). Esto es un paralelismo de la poderosa conclusión de Isaías, donde se promete que quienes permanezcan conectados a Dios, “Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán” (Isaías 40:31).

  1. Así que, cuando nos sentimos cansados y afligidos debemos enchufarnos a la verdadera fuente de poder y vida.
  2. Confiemos en el Señor, Él nos dará el ánimo y la fuerza necesarios para terminar bien la carrera de la vida.

HG/MD

“Da fuerzas al cansado y le aumenta el poder al que no tiene vigor” (Isaías 40:29).