Lectura: Efesios 2:10-22
Para algunos posiblemente eran tan sólo unos trozos de madera, pero Andrés, quien era un hábil escultor, vio mucho más que eso. Tras rescatar esos viejos trozos de madera abandonados, hizo planos y trazos sencillos, después, cortó, pulió la madera en su propiedad y, con cuidado, los preparó pieza por pieza, para mezclar la madera vieja con una nueva que tenía a la mano.
Finalmente, gracias a que tuvo la visión y la disposición para crear algo útil con cosas nuevas y viejas, el resultado final fue unas hermosas bancas que habían estado necesitando desde hacía mucho tiempo en su iglesia.
Dirigiéndose a una audiencia gentil, Pablo relata la nueva revelación que había recibido por parte de nuestro Señor, en la cual se creaba algo totalmente nuevo al unir a los creyentes judíos con los gentiles, y formar una nueva entidad: “Pero ahora en Cristo Jesús ustedes, que en otro tiempo estaban lejos han sido acercados por la sangre de Cristo” (Efesios 2:13).
Esta nueva estructura tiene a “Jesucristo mismo la piedra angular. En él todo el edificio, bien ensamblado, va creciendo hasta ser un templo santo en el Señor” (Efesios 2:20-21).
La relevación tuvo como resultado final el “Cuerpo de Cristo” (1 Corintios 12:27); es tan sólo un ejemplo de cómo Dios puede tomar los trozos de nuestra vida, los puede encajar perfectamente junto con los de otras personas golpeadas y rescatadas, y suavizar con paciencia nuestras asperezas.
- En esta semana de reflexión permite que Dios tome tu vida y haga de ti una nueva criatura (2 Corintios 5:17).
- Gracias Señor por tu misericordia y por permitirnos entender cómo se ha ido desarrollando tu perfecto plan a través de la historia.
HG/MD
“De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
0 comentarios