Lectura: Juan 15:9-17

Hace casi 20 años en el 2004, la red social Facebook vio sus orígenes, primeramente, como un medio para que los estudiantes de la Universidad de Harvard intercambiaran fotos y archivos en internet entre sus “amigos”. Este fue el inicio formal de las “redes sociales” y de toda una cultura de intercambio de información “entre amigos”, a quienes se les abre la puerta para comunicarse y brindar información sobre quiénes son, que les gusta, a donde van, qué hacen y qué creen. 

En las redes sociales puedes encontrar “amistades” que pueden ser buenas o malas, pero siempre cumplen con su función primordial de ser un canal para enviar una invitación para conocerte.

El jueves antes de su captura, Jesús les dijo a sus discípulos algo que posiblemente les pareció un poco extraño: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo más siervos porque el siervo no sabe lo que hace su señor. Pero los he llamado amigos porque les he dado a conocer todas las cosas que oí de mi Padre” (Juan 15:14-15).

En verdad no le puedes llamar amigo a una persona que recién conoces a través de una de las tantas redes sociales, la amistad va mucho más allá que simplemente compartir el gusto por una música en particular, o una manera de pensar similar sobre un tema cualquiera; para que consideres a alguien como un amigo necesitas que entre ambos exista generosidad, un propósito común y plena confianza. Es por ello que Jesús desafía a sus discípulos, sus amigos, a obedecerle y confiar en Él, en primer lugar, porque sabía lo que les convenía y, en segundo lugar, les mostró que su amistad era verdadera, entregó la vida por sus amigos. Él no está pidiendo más de lo que ya hizo, se trata de una fe puesta en el objeto correcto: Dios.

  1. Al ser amigo de Jesús, debes estar dispuesto a obedecer sus órdenes sin reservas, pues Él te ha dado a conocer cuál es la voluntad de Dios.
  2. ¿Quiénes son en verdad tus amigos y amigas? Si sabes quienes son, cuídalos, respétalos y desafíalos a seguir a Jesús.

HG/MD

“Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando” (Juan 15:14).